TESTIMONIO DEL DOCTOR BERNARD NATHANSON: ABORTISTA ARREPENTIDO

Bernard Nathanson, proveniente de una familia judía no practicante, creció en un entorno escéptico y liberal, por lo cual, la fe no tenía cabida en su vida, de tal manera que él mismo se reconocía como un judío ateo. Estudió medicina en la Universidad de McGill en Montreal. La influencia de su padre tuvo mucho que ver en su formación académica como en su forma de ver la vida, pues el Doctor Joey Nathanson, también especialista en ginecología, le enseñó que los triunfos más importantes se daban en el aspecto profesional, tanto así que en 1945 lo instigó a abortar su primer hijo.

Mientras estudiaba Bernard se había enamorado de una judía y pensó en contraer matrimonio con ella pues estaba embarazada, así que le escribió a su padre para consultarle con respecto a esta decisión. Él le respondió enviándole quinientos dólares junto a una nota, indicándole que abortase al hijo que venía en camino y viajara de vuelta a Estados Unidos para continuar con su brillante carrera en la medicina. Bernard optó por seguir el consejo de su padre e hizo que Ruth abortará. Ella estuvo a punto de morir de una hemorragia.

Luego durante su residencia en medicina fue asignado a una serie de hospitales, en los que fue testigo del aborto clandestino y sus implicancias. Fue en estos lugares donde conoció al médico Larry Lader, quien estaba decidido a conseguir que se aprobara una ley que permitiese el aborto y que fuese más barato, y él comenzó a apoyarlo en su ideal, así que en 1969 crean la Liga de Acción Nacional por el Derecho al Aborto, por lo cual desde ese momento Nathanson se dedicó a dar conferencias, encuentros políticos que le brindaran apoyo a favor de la ley y a dirigir un centro médico clandestino que practicaba abortos, y para 1972 había sido responsable de 60.000 de ellos.

En 1973, luego de cinco años de pelear por la aprobación de la ley de aborto, la Corte Suprema lo legaliza.

En una carta abierta, Nathanson dio a conocer en 1992 su testimonio personal señalando que una de las tácticas que utilizaron para favorecer la venia al aborto fue la invención de encuestas:

“Nuestro primer gran logro fue hacernos con los medios de comunicación; les convencimos de que la causa proaborto favorecía un avanzado liberalismo y sabiendo que en encuestas veraces seríamos derrotados, amañamos los resultados con encuestas inventadas y las publicamos en los medios; según ellas el 60% de los norteamericanos era favorable a la implantación de leyes permisivas de aborto. Fue la táctica de exaltar la propia mentira y así conseguimos un apoyo suficiente, basado en números falsos sobre los abortos ilegales que se producían anualmente en USA. Esta cifra era de 100.000 (cien mil) aproximadamente, pero la que reiteradamente dimos a los medios de comunicación fue de 1.000.000 (un millón). Y una mentira lo suficientemente reiterada, la opinión pública la hace verdad.”[1]

Pero su realidad cambia cuando abandona el cargo de director de la clínica donde anteriormente practicaba abortos clandestinos para integrarse al equipo del Hospital de St. Luke’s como jefe de la sección de obstetricia. La tecnología que allí se utilizaba era de alto nivel e incluía el ultrasonido, con lo que el Dr. Nathanson pudo observar por primera vez el latido de corazón de un feto en monitores eléctricos, por lo que en esa ocasión fue consciente de las consecuencias de sus acciones.

Dicha experiencia supuso un vuelco en la forma de pensar del Dr. Nathanson, pues con la tecnología se dio cuenta del error cometido y lo reconoce en una revista médica.

En The New England Journal of Medicine, escribió un artículo sobre su experiencia con los ultrasonidos, reconociendo que en el feto existía vida humana. Incluía declaraciones como la siguiente: «el aborto debe verse como la interrupción de un proceso que de otro modo habría producido un ciudadano del mundo. Negar esta realidad es el más craso tipo de evasión moral».

Esta declaración le valió amenazas tanto a él como a su familia, pero se dio cuenta de que si quería redimirse de los años que llevaba haciendo este tipo de prácticas debía seguir adelante con lo que había iniciado, dar a entender que el aborto es un crimen. Hacía 1984 elabora un documental que muestra cómo se hace un aborto y los daños que puede provocar, al que nombra Un grito silencioso, en el que graba una intervención por medio de un aparato de ultrasonido. El doctor que realizó esta operación luego de ver el video quedó tan impactado que dejó de hacerlo.

El hombre que había sido conocido como el “rey del aborto” comenzó a participar en movimientos de pro-vida, y fue en ellos donde conoció el catolicismo, religión que le dio algo de calma a los tormentos que llevaba en el corazón. Pasó más de una década tratando de encontrar su espiritualidad, periodo en el que la tentación del suicidio estuvo presente constantemente y no encontraba alivio ni en remedios ni en libros de autoayuda. La religión católica lo ayudó a recuperar el camino perdido.

Finalmente, el 9 de diciembre de 1996, a las 7.30 de un lunes, solemnidad de la Inmaculada Concepción, en la cripta de la Catedral de S. Patricio de Nueva York, el Dr. Nathanson se convertía en hijo de Dios.

El hombre que finalmente decidió defender la causa pro-vida, escribió un libro autobiográfico en 1996, conocido como La mano de Dios, en el que cuenta su experiencia en torno a su carrera profesional y los efectos de ésta en su vida profesional, es decir el paso de médico abortista a converso defensor de la vida.

Nathanson declara que aunque la religión marcó una gran transformación en su vida, no fue eso lo que lo hizo cambiar de parecer con respecto al aborto, sino que fue la evidencia científica y tecnológica la que le demostró lo que estaba haciendo, desde ese momento toma la opción de reformar su vida. Esto se dio gracias a los avances tecnológicos que se han dado en el tiempo, especialmente los que tienen que ver con el ultrasonido y la ecografía.

El doctor abortista que terminó sus días defendiendo la vida falleció el 21 de febrero de 2011, luego de una larga lucha contra el cáncer, convertido al cristianismo y convencido de que había sido autor y responsable de miles de muertes.

DEPARTAMENTO NACIONAL DE EVANGELISMO

Por Sergio Bonacina

La función primordial de la Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo de todos los tiempos ha sido la predicación del Evangelio a toda criatura, con el fin de que todo ser humano tenga la posibilidad de encontrar en Dios la fuente de vida, redención y salvación. Nuestro Señor Jesucristo antes de ascender a los cielos les encomendó a sus discípulos el mandato y la responsabilidad de cumplir con la gran comisión

Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.”  Marcos 16:15 RVR1960

“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” Mateo 28:18-20 RVR1960

Conociendo lo que Jesús nos ha encomendado el Departamento Nacional de Evangelismo de la Unión de las Asambleas de Dios tiene el gran desafío de promover la predicación del Evangelio en toda nuestra nación a través de cada iglesia local.

Están son las actividades que estamos desarrollando juntos al equipo nacional:

En primer lugar, animamos a cada iglesia de nuestra fraternidad que cuente con un Departamento de Evangelismo local para realizar tareas de Evangelismo que afecten las zonas aledañas a la iglesia. Para este fin disponemos de talleres de orientación para ayudar y darles herramientas en la creación del Departamento.

En segundo lugar, estamos trabajando mancomunadamente con las comisiones de Evangelismo regionales y distritales de nuestro país con el fin de propagar el evangelio en toda nuestra tierra operando como lo que realmente somos, un gran equipo, ¡El cuerpo de Cristo!

En tercer lugar, con el fin de empoderar y equipar a los equipos evangelísticos locales contamos con el Retiro Nacional de Evangelismo cada año y en diferentes puntos de nuestro país. Este retiro está siendo de inspiración a muchos de nuestros obreros quienes regresan a su lugar de origen con nuevas fuerzas y visión para seguir trabajando en pos del crecimiento de la obra del Señor.

Sin dudas que estamos en un tiempo propicio para sembrar la semilla del Evangelio en cada lugar de nuestra amada Argentina, como equipo te invitamos a ser parte de esta tan preciosa tarea que traerá como resultado lo que siempre soñamos, “Argentina para Cristo”.

A LA MANERA DE DIOS…

Por Gonzalo Caloustian

Al comenzar una nueva iglesia buscamos muchas veces, en un estado de casi desesperación, el relato de quienes ya han recorrido un camino y pueden contarnos desde la experiencia. Es así que nuestros oídos intentan retener todo lo oyen.

Es por eso que los primeros tiempos son muy especiales. Estamos llenos de preguntas: ¿Debo orar más? ¿Ayunar más? ¿Qué método es el correcto? ¿Qué hizo tal o cual para que le vaya tan bien? ¿Es unción, más oración, mejor liderazgo? ¿Cómo aplico lo aprendido en el seminario? ¡Cómo no me enseñaron esto! Cada día una pregunta y un desafío nuevo…

Nos hacemos cargo de todo lo que vemos que sucede en la iglesia, de forma tal que hasta cuando alguien se resfría nos surge la pregunta: ¿Me estará faltando fe y por eso se me enferman? Sí, nos sos el único, nos pasa a todos.

Todo eso fue lo que sucedió en mis inicios pastorales. No puedo olvidar estar sentado en el piso del patio de mi nueva casa escuchando una serie de trece casetes de audio y ser abstraído por cada testimonio, camino y milagros que un pastor, ahora de miles, relataba sobre sus inicios.

Fe, fe y más fe era todo lo que mi corazón recibía. Fe para conquistar, para creer, para obrar con sabiduría e inteligencia, para comprar y edificar, fe…

Abrir una nueva Iglesia es emocionante, todo comienza de cero, cada ministerio y área de la iglesia se construye de manera casi artesanal. La tarea al comienzo pasa casi en su mayoría por nuestras manos.

Ahora nuestra nueva iglesia empieza a crecer y se presenta una gran decisión espiritual de las que humanamente no tienen sentido y que vamos a tener que tomar el resto de nuestras vidas, en el resto de nuestro ministerio pastoral: ¿Tenemos que abrir nuevas iglesias? ¿Debo sembrar mis mejores lideres? ¡Nooo! ¡Los necesito!

 

Pero sabemos que hacer las cosas a la manera de Dios es lo que realmente después trae bendición; y déjenme decir algo ¡DIOS QUIERE QUE PLANTEMOS IGLESIAS!

En el nuevo testamento, Antioquía fue todo un suceso en la historia de la iglesia ¡Los empiezan a llamar cristianos! Una iglesia que le predicaba a todos con un mensaje que restauraba y edificaba, una iglesia en la que el poder Espíritu Santo marcaba el rumbo y el pulso. Maestros, profetas, todos muy bien recibidos para que la iglesia de Antioquía fuera edificada. Sin embargo, llego también ese gran día: ¡DIOS QUERÍA QUE PLANTARÁN IGLESIAS!

Leemos en Hechos 15:2-3 que “Mientras ayunaban y participaban en el culto al Señor, el Espíritu Santo dijo: «Apártenme ahora a Bernabé y a Saulo para el trabajo al que los he llamado». Así que después de ayunar, orar e imponerles las manos, los despidieron“. Me imagino este pensamiento solapado en algunos de los que estaban presentes: “…No, Pablo no, Bernabé menos. Los tenemos hace poco y son de mucha bendición… “. Pero la Biblia nos dice que los que ayunaban y oraban vieron lo que Dios quería y no lo que su necesidad mostraba.

Antioquía supo escuchar el latido del corazón de Dios: que todos puedan conocerle y recibirle en su corazón. Fue precursora, visionaria ¡Se brindó a todo el mundo! Abrió un camino a la evangelización mundial que nunca más se detuvo y nos bendice hasta el día de hoy.

Todos los que hoy hacemos la gran obra de Dios, queremos que suceda a Su manera y en el tiempo de Su voluntad. Dios quiere que nuestro amado país, lleno de colonias, pueblos y ciudades, tenga una iglesia en la que miles escuchen el mensaje de esperanza que cambia el mundo: JESÚS.

¡A SU MANERA SIEMPRE HAY BENDICIÓN!

INFORME DE INTERCESIÓN DEL MES DE JUNIO 2018

Por Angélica Escocan, Coordinadora Nacional GIM

Desde el Grupo de Intercesión Misionera, en el mes de junio, desde el día 1 hasta el día 23, hemos realizado un desafío de movilizar las iglesias a un tiempo especial de oración.  Cada día del mes una provincia argentina ha estado orando ayunando y clamando por la obra de Dios en las naciones.

Los pastores, las iglesias, los promotores de la Red de Movilización Nacional han organizado de diferentes maneras el reto. Cerrando el día 24 con una gran convocatoria de INTERCESIÓN UNIDA, organizando un evento de oración por provincia, por regiones, por áreas de trabajo. Con toda la libertad, creatividad y posibilidades de cada uno.

Se han realizados días especiales, jornadas de Oración, Noches de Oración, Día de Clamor, Tiempos especiales de Oración.

La promoción la realizamos en todos los medios de comunicación del que disponemos y estamos muy agradecidos a Dios por los equipos de intercesión y los pastores y amigos que han pasado este tiempo intercediendo por la predicación del evangelio en este mundo.

Todos los años en el mes de junio, llevaremos adelante este desafío de fe y clamor. Es así que la Palabra de Dios nos corre el velo y nos muestra a un Dios poderoso, grande y temible. Se observa reflejado en los sigientes pasajes:

Porque el Señor vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible que no hace acepción de personas ni acepta soborno.” Deuteronomio 10:17 LBLA

Ahora pues, Dios nuestro, Dios grande, poderoso y temible, que guardas el pacto y la misericordia…” Nehemías 9:32 NBL

Como sus hijos, es necesario confiar en ese poder, para alcanzar posiciones en la intercesión.  Dios se revela en forma paulatina y depende de la actitud del corazón de quien se postra en su presencia, para mostrar detalles de sus planes y propósitos.

Solo los que tienen relación estrecha con El, pueden encontrar las cosas ocultas que la Palabra menciona en Jeremías 33:3 “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”.

El poder de Dios es sobrenatural para hacer las cosas más allá de lo que pedimos o aun entendemos como posible, Dios siempre es mayor y más alto que cualquier petición especifica que podamos hacer, pues Él sabe mejor que nadie lo que nos conviene.

Descansemos en ese maravilloso poder sobrenatural para que nada nos detenga en nuestra vida de oración.

MULTIPLICACIÓN Y TRANSFORMACIÓN DE LA IGLESIA

Por Dr. Juan Carlos Melo

¿Por qué plantar iglesias?

Una experiencia personal con una de las congregaciones que plantamos en el norte de Quito, Ecuador, en un sector altamente poblado y donde había muchas congregaciones alrededor. Algunos hermanos de otras iglesias se pusieron nerviosos por esta nueva congregación que estaba siendo plantada.

Un par de ellos hablaron conmigo y dijeron: ¿cómo va a plantar otra iglesia aquí? Si aquí hay tantas iglesias. La pregunta entonces fue ¿cuántos años tenía su iglesia en ese lugar? La iglesia de ese hermano tenía como 30 años.

¿Cuántos miembros asisten a su congregación?, le pregunté, y en ese entonces esa congregación tenía como 150, y era una de las más representativas de la zona.

Haciendo un análisis más o menos de las congregaciones que estaban en la zona, entre todas, no sumaban el 2% de la población de esos barrios. Y él estaba diciendo que no hacía falta plantar más iglesias.

Les pregunté si se habían propuesto hacer ese análisis alguna vez, el hermano  ni sabía qué población tenía esa zona ni cuantos habían sido alcanzados con el Evangelio, y llevaba 30 años de pastor.

Ahora usted, ¿conoce usted cuántas personas hay en su zona y cuantas han sido alcanzadas?

¿Sabe cuántas iglesias hay a su alrededor y cuántas necesitaría plantar para alcanzar a esa población que aún no conoce de Cristo?

Le invitó a realizar este ejercicio, ser sincero y  orar por la plantación de nuevas iglesias, y nuevos obreros para la mies.

¿Por qué es necesaria la tranformación de la Iglesia para una multiplicación?

Anteriormente habíamos hablado de la estrategia que debe plantearse la Iglesia en medio del crecimiento poblacional y la oportunidad que ésta representa. Por otro lado, la población no está siendo influenciada por el Evangelio para mostrar un carácter cristiano. Una cosa es la cantidad y otra cosa es la calidad y la cantidad se puede hablar en cifras duras o blandas, pero la calidad sólo se puede medir en el impacto a la sociedad. Si no hay transformación, entonces la calidad es un tema que hay que pensarlo.

La prioridad del buen pastor debería estar allá afuera. La Iglesia existe para hacer la misión de Dios en esta sociedad. La Iglesia debe crecer en cada país porque Cristo ama a cada nación y cada cosa que se hace en esa dirección, debe tener la inspiración del Espíritu Santo y hacerse en su poder y en los principios de la Palabra de Dios, sin negociarlos porque eso es peligroso. Empezar a tener membresía que no es del Reino, aunque es evangélica, es peligroso porque la Iglesia deja de ser efectiva, deja de ser sal y luz de la tierra.

Es muy importante mirar hacia el futuro, haciendo un ejercicio en cada país, en cada ciudad, y en cada barrio para hacer un análisis en este sentido. Pero mirar el pasado y analizar el presente sin mirar al futuro, no sirve de nada. Mirar al futuro y soñar con los sueños del Espíritu Santo sobre qué es lo que el Señor quiere en su país, en su ciudad y a través de su amada denominación.

Sensibles a lo que Dios quiere hacer

El Señor va a tomar cuentas de cada denominación que ha sido bendecida grandemente por el Espíritu Santo y que deberían ser mayordomos responsables de esto sobre la tierra en este momento. Se está viviendo un momento histórico que han vivido muy pocos líderes en tiempos pasados y hay que ser sensibles y conscientes de que el tiempo se termina.

Si la denominación y la iglesia local no empiezan a plantar iglesias, la próxima década se convertirá en un museo como le pasó a Europa con las denominaciones fuertes del avivamiento. Lean la historia. Ahora esos templos que eran simbólicos de la reforma, son casas de hombres ricos.

No se puede permitir esto en la amada Tierra. No se puede permitir que la Sangre del Cordero en esta generación pase en vano porque tendremos que darle cuentas al Señor. Tiene que doler la Tierra. Tiene que doler la gente que se va sin Cristo al infierno por la eternidad. Hay que movilizar la Iglesia para alcanzar todos y cada uno donde usted está. Hay que entrenar hasta los niños y hasta los ancianos para moverlos en el poder del Espíritu Santo.

Hay que volver a las raíces pentecostales que son de celebración de cosecha. El verdadero pentecostalismo es una celebración de los cincuenta días después de la libertad. El Espíritu Santo escogió pentecostés para derramarse sobre toda carne y para la celebración de la gran cosecha, dando libertad a la gente por la Sangre del Cordero.

Es interesante cómo el Señor Jesús, escoge la Pascua para morir, dando libertad, y cincuenta días más tarde, la gran cosecha el derramamiento del Espíritu Santo con lenguas, esto significa comunicación. La comunicación del Evangelio en el poder de Dios, un poder sobrenatural que está sobre nosotros, que está en nosotros.

AREA HIJOS DE MISIONEROS (CTC)

ADOLESCENTES Y JOVENES DEL DNM:

Esta área de la familia misionera, está compuesta por los hijos de los misioneros que viven con sus padres, en una cultura diferente a la que nacieron, aunque se adaptan al entorno cultural, y saben integrarse perfectamente, aprendiendo el idioma y costumbres del país, desarrollan una cultura interna, que no se parece a la del país de nacimiento, ni del país donde viven, a esto se le llama: la tercera cultura, ellos son los CTC, (Chicos de la Tercera cultura).

El DNM, viene desarrollando desde hace años, un programa de integración, amistad y desarrollo de actividades lúdicas y fraternales con el grupo CTC de nuestra agencia. No se trata de entretenerlos solamente, si no de integrarlos al grupo de jóvenes iguales a ellos, que entienden las vivencias de un hijo de misionero. Ellos son capaces de adaptarse con facilidad a un medio social, de aprender rápidamente un idioma, y de sentir la compasión directa a la necesidad del lugar, pero también suelen sentirse solos e incomprendidos, por estar lejos de sus abuelos, tíos e iglesia enviadora. Este programa pretende aportar un ambiente de amor, y libertad, donde con la gracia del Señor puedan expresarse, participar, integrarse, hacer amigos apoyar a otros CTC en sus diferentes problemáticas, proyectos ministeriales, educativos y personales.

Es un Gran desafío, por eso necesitamos de las oraciones de todos hacia los hijos de misioneros, son un grupo aproximado a 100, entre niños, adolescentes y jóvenes, algunos están casados y acumulan vasta experiencia como para mentorear a los mas jóvenes, pero todos necesitan del apoyo de toda la familia de la UAD. Por favor ore por ellos y por nosotros para acompañarles en todos sus desafíos en adelante.

Trabajamos junto a sus padres que son en realidad quienes los conocen bién, están divididos en dos edades, los niños hasta 13 y los adolescentes a partir de los 13 en adelante hasta jóvenes/adultos. El proyecto para este año, además de Reuniones de amistad, y tiempo de ministración juntos, apunta a formar un grupo de ellos que sean los que bajo nuestra compañía lleven adelante el programa, creativamente y ministerialmente.

Por favor oremos por los Chicos de la Tercera cultura, y apoyémoslos para que en el rumbo en el Señor que tomen sean una herramienta poderosa para la extensión del Reino de los Cielos.

 

MIS. Fernando y Nancy Moyano

Hijos de Misioneros – Adolescentes y jóvenes DNM

DE ESTA MANERA CORRO

Por Enrique Strohschein.

La disciplina del corredor

El triunfo en la vida cristiana se alcanza con paciencia y disciplina. No es lo mismo participar en una carrera de velocidad que en una carrera de fondo. Mientras que las carreras de velocidad requieren una reacción explosiva y momentánea, de parte del corredor; en las carreras de fondo se precisa de gran resistencia, coordinación y mucha paciencia.

La vida en Cristo es, sin duda, una carrera de fondo y con obstáculos. Así como un corredor planifica cuidadosamente, cada hijo de Dios, también debe hacerlo. Este debe despojarse de cualquier peso extra o pecado que le impida tener libertad de movimiento. Debe ejercitarse en la paciencia, la cual le permite ir paso a paso, sin desesperación; sin apresuramientos o impulsos. Por último, debe fijar la mirada en el ejemplo de Jesús, quien soportó todas las dificultades, sin dejar de vislumbrar el triunfo gozoso que lograría al final. Por eso, en lugar de estar mirando a los problemas, debe dirigir la mirada al Señor, quien dejó su propia vida como ejemplo de victoria e integridad.

Por eso podemos decir que el éxito de un atleta no depende únicamente de su talento, sino que también incluye sus destrezas físicas y mentales, las cuales se encuentran en constante ejercitación. También así, en la carrera cristiana se requiere una gran disciplina.

¡El creyente no corre la carrera sin un propósito o una meta! Los cristianos que han avanzado en su trayectoria espiritual lo han logrado porque se han disciplinado y han llegado a dejar que el Espíritu Santo guíe sus vidas. La disciplina espiritual es esencial para la carrera que tiene por delante, sin ella no habrá triunfo. Todo corredor debe abstenerse de muchas cosas para obtener la aptitud y la fuerza de ganar la carrera. ¿De qué debe abstenerse en la carrera cristiana? ¿Qué cosas debe dejar para correr más ligeramente? Pasatiempos exagerados, trabajo duro sin propósito definido, escaso descanso y poca búsqueda del Señor, hará que a la corta o a la larga la carrera se torne pesada y desgastante.

El cristiano puede avanzar y llegar a la meta que tiene al frente desestimando todo lo que estorbe y sea molesto al crecimiento de su alma. El enemigo intentará derribar al creyente y traerlo al lugar donde este abandone la carrera y quede descalificado. La carrera se corre legítimamente, como dice 2°Timoteo 2:5, “Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.” Cuando uno corre legítimamente la carrera cristiana uno se abstiene de todas las cosas que podrían detenerle, o peor, descalificarlo. La legitimidad de dicha carrera también tiene que ver con el “fair play” cristiano, es decir, el juego limpio, sin atajos, ni “avivadas” cristianas, sin medias verdades y tampoco haciendo las cosas sólo por cumplir, sino correr con todas las fuerzas y ganas que vienen del Señor. Es verdad que nadie corre para ser descalificado, ¡Todos corren para ganar! Pero todo va depender de qué manera uno corre la carrera. Dios tiene una gran recompensa para todos aquellos que se disciplinan y se sujetan a las reglas y los mandamientos que Dios nos ha dado. ¡Solo de esta manera el seguidor de Cristo obtendrá una corona incorruptible!

 

Referencia: http://iglesiaemanuelballester.org/2017/07/09/esta-manera-corro/