CONTEXTO DETERMINA EL SIGNIFICADO

“¿Entiendes lo que lees?” fue la pregunta de Felipe al etíope eunuco, que iba en su carro leyendo el libro de Isaías. “El hombre contestó: ¿Y cómo puedo entenderlo, a menos que alguien me explique?” Hechos. 8: 30 y 31.

 

Todos deseamos entender correctamente el significado de las Escrituras, igual que el príncipe de Etiopía. Sólo hay dos maneras de interpretar la Biblia: correcta o incorrectamente. El verdadero significado depende directamente de lo que quizo decir el escritor original, y lo que hubieran entendido sus destinatarios inmediatos. Por ejemplo, lo que Pablo quizo escribir a los gálatas, y lo que ellos hubieran entendido de Pablo.

 

Las malas interpretaciones bíblicas, son las que comienzan con prejuicios o ideas preconcebidas del interprete, sin tener en cuenta al escritor sagrado y su público original. La hermenéutica alegórica, por ejemplo, utiliza el criterio de que en el texto hay un mensaje espiritual escondido, y sólo puede descubrirse con mucha disciplina espiritual, lejos de considerar la intención del escritor. La hermenéutica dogmática acomoda el texto a las ideas del lector. Hace que la Biblia se amolde a sus creencias. 

 

Entonces, ¿Cómo podemos entender lo que el autor quizo escribir a sus lectores originales?

Mediante el contexto, es decir todo lo que rodea al pasaje. Porque el contexto determina el significado de un texto. Mientras mas comprensión del contexto tengamos, mejor será nuestra interpretación.

 

El texto bíblico está rodeado de seis tipos de contextos. El primero es el contexto histórico. Aquí nos referimos al tiempo y la época en que se escribió. La importancia de considerar este contexto es porque los hechos sucedidos en esa época influyen directamente en lo que el autor quería decir. Cuando Pedro dice en su primer carta a los expatriados, que “honren al rey”, se refiere históricamente al emperador Nerón, aproximadamente en el 63 d.C. Este rey ha sido uno de los primeros perseguidores de la Iglesia, y sin embargo debía ser respetado por los creyentes.

 

El contexto cultural, esta referido a las costumbres y hábitos propios de los personajes. Hay muchas diferencias culturales entre nosotros y los tiempos bíblicos. Debemos interpretar el texto a la luz de aquella cultura y no la nuestra. Davinchi pintó la última cena según su cultura. Pero la mesa donde el Señor compartió esa pascua fue en forma de “U”, a 50 centímetros de altura. Comían recostados sobre el brazo izquierdo, y los pies para atrás. Al ver el cuadro verdadero, podemos entender cuando Juan se recostó sobre el pecho del Señor. Es así, que todo libro de la Biblia merece ser entendido desde las costumbres de su época.

 

Todo pasaje está rodeado por una realidad geográfica. Esto es, el lugar donde escribió el autor, en donde residen los destinatarios, y los lugares mencionados en el texto. No es lo mismo escribir desde un desierto, que desde un palacio; no es lo mismo escribir desde una casa, que desde la prisión Mamertina. Cuando Elias fue enviado por Dios a la viuda de Sarepta, en Sidón, no era un pueblo más, como cualquier otro. Sidón era la tierra de su peor enemiga, Jezabel.

 

Otro contexto es el literario. También se lo llama contexto anterior y posterior. Es decir, que se debe tener en cuenta el escrito anteriormente y el posteriormente al texto estudiado. Interpretar un pasaje mutilado de su contexto anterior y posterior es muy caprichoso. Es común atribuirle a Dios que “yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan” (Pr. 8:17). Sólo basta leer unos versículos anteriores, como el 12 o el 1, para ver que el sujeto hablante es la sabiduría personificada. Cuando tenemos una lectura completa del pasaje Sagrado, podemos entender mejor su significado.

 

La Biblia se escribió originalmente en tres idiomas, muy diferentes al nuestro: Hebreo, Arameo y Griego. Al estudiar el idioma original, podemos sacar mejor provecho al significado de las palabras, tal como lo quizo decir el autor. Este es el estudio del contexto lingüístico. Hay una riqueza maravillosa en el significado de las palabras originales. Cuando Pablo dice que “la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos…” el verbo usado aquí es “fraureo”, en griego; que se traduce como guardar. Esto hacía el soldado al cuidar la prisión para que nada, ni nadie salga; y nadie, ni nada entre. Igualmente, la paz de Dios custodia y mantiene el orden en nuestros corazones y pensamientos. No permite que el interior se desordene, ni que ideas externas entren para alterar el corazón.

 

El último de los contextos a considerar es el ideológico. Tiene que ver con la cosmovisión y filosofías que rodean al texto. Puede referirse a la forma de pensar de los destinatarios, o la visión que el autor tiene sobre los asuntos de la vida. Los escritos de Juan están dirigidos a combatir la idea gnóstica de que Jesús sólo era una ilusión o un espíritu. Por eso Juan enfatizó tanto en que el Verbo de Dios se hizo carne, y habitó entre nosotros; que lo vimos, lo oímos y lo tocamos.

 

Al tener en claro cada uno de estos contextos, podemos entender fielmente lo que el autor quizo escribirle. Sabemos con detalle todo lo que estaba sucediendo. De esta manera llegamos a decir con autoridad lo que realmente significa un pasaje.

 

Pero, ¿De dónde sacamos la información necesaria para el estudio de cada contexto? Gracias a Dios, hoy tenemos muchos recursos a disposición. Los Diccionarios Bíblicos nos ayudan con el estudio de palabras, conceptos, costumbres, fechas y algunos lugares. Las Concordancias e Interlineales son muy útiles para el estudio original de palabras. Hay Manuales Bíblicos que nos ayudan a entender las costumbres en los tiempos bíblicos. Para estudiar en detalle la geografía, son necesarios los Atlas Bíblicos. En cuanto a sucesos históricos, fechas y épocas, hay libros apropiados de historia. Los comentarios Bíblicos son útiles con los datos científicos, como fechas, costumbres y significado de palabras. 

 

El Texto Sagrado es digno de nuestro respetuoso estudio. Así estaremos en condiciones de entender y enseñar el verdadero significado del pasaje; el que quizo darle su autor original, y el que hubieran entendido sus destinatarios inmediatos.

 

Jose Daniel Contreras. Decano del Instituto Bíblico Mediterráneo.

¡Un gran saludo desde Paraguay!

Soy el misionero Carlos Martin Piedrabuena, les envío esta carta con el fin de contarles un poco mi experiencia en el campo misionero, también saludarles con la paz de nuestro buen Señor y que estén recibiendo las ricas bendiciones del Padre.

En noviembre de este 2022, se han cumplido 25 años que estoy en el campo, digo estoy, porque mi amada compañera Liliana, se me adelantó y ahora está en el reino de los cielos, disfrutando de la compañía del amado Señor Jesús. En lo que respecta a mí, sigo cumpliendo la misión a la cual Dios nos llamó.

Siempre he servido en Paraguay, porque desde mi llamado siempre tuve la convicción que es el lugar donde Él me quiere. Mucho me ha bendecido Dios y mucho me ha usado, me usa y me usará el Señor.

 

Las experiencias en el campo son de una magnitud, para mi entender, extraordinarias, sean buenas o malas. No puedo decir que todas son malas y tampoco todas son buenas, pero sí puedo decir que todas nos sirven

para nuestro crecimiento y desarrollo. Poniendo en la balanza en mi caso, han sido más las buenas que las malas. De acuerdo a nuestra actitud y fe podemos obtener ganancias de todas ellas.

 

No tengas temor, si Dios es quien te llama es Él quien te sostiene. También aprendí a que no debemos quejarnos de nada ni de nadie, lo que debemos hacer es estar alineados con el dueño de la obra.

Por su gracia el Señor Jesús nos ha permitido fundar algunas iglesias y también pastorear. Ahora mismo estoy en el proceso de comenzar dos nuevas en el Departamento de Alto Paraná.

Todo lo que uno hace es solo por su gracia. No se trata de mí, ni de nosotros, se trata de Él. ¡Gloria a Dios! Nosotros como dijo Pablo “somos colaboradores de Dios”.

Me despido de todos ustedes con un corazón lleno de agradecimiento por toda la ayuda y la bendición que es

para mí ser parte de la familia del DNM, de la Unión de las Asambleas de Dios y todo la Iglesia Argentina.

Es mi deseo que Dios los siga bendiciendo y prosperando en todo lo que hagan y emprendan.

 

Sin más un abrazo enorme para todos.

Siempre suyo.

 

Ptor. Carlos Martín Piedrabuena

“SIETE PASOS PARA LA UNCIÓN”

Por: Carlos Annacondia

Hay siete requisitos que cumplir para tener éxito en el ministerio cristiano. Estos son los elementos básicos para alcanzar un ministerio ungido y con éxito. Sin ellos, nuestro servicio será intrascendente y sin frutos.

  • 1.CONSAGRACIÓN.
  • Con esto me refiero a la entrega total de una persona a Dios. Ninguno de nosotros puede desarrollar un ministerio eficaz si no rendimos toda nuestra vida a Él. ¿Qué busca Dios de un siervo? Él sólo quiere una vida íntegramente rendida. Dios no busca un teólogo, ni un sabio, ni un dogmático, sino una persona del todo consagrada a Él. Dios no sólo busca capacidad o sabiduría, sino consagración y entrega. Lograr esto no es fácil, requiere luchas y demanda de nosotros una total entrega de muchas cosas que nos cuestan ceder.
  • 2.VISIÓN
  • ¿Cuál es la visión ministerial que Dios le ha dado? Dentro de la Iglesia de Cristo hay cinco ministerios importantes: apóstol, profeta, evangelista, pastor y maestro. Usted necesita saber cuál es el llamado que Dios le ha dado para luego poner sus ojos en ese objetivo. Debe terer una visión clara y exacta del ministerio a desarrollar. ¿Sabe cuál es el gran problema de la Iglesia de hoy? El triunfalismo. ¡Cuidado! Esta es una enfermedad que corroe los ministerios. Resulta que si un pastor tiene tres mil almas en su iglesia, una cantidad menor de personas le resultaría un fracaso. Entonces para alcanzar ese número de asistentes no importará lo que se deba hacer… En realidad no todos los llamados de Dios son iguales. Por lo tanto, si usted se equivoca en la visión, fracasa en el ministerio. Usted debe saber que hay pastores para mil, para diez mil, y hay pastores para cincuenta o cien almas. ¿Qué importa la cantidad? Lo importante es cumplir con el propósito y el plan de Dios para nuestras vidas.
  • 3.CONOCIMIENTO
  • Tener conocimiento es fundamental, pero debemos usarlo para servir al Señor y no para demostrarle al mundo nuestro nivel intelectual. La capacitación es esencial para responder adecuadamente a los que preguntan sobre un determinado tema. Los que ministramos somos hombres y mujeres que debemos saber responder, puesto que conocemos bien la Biblia, la Palabra de Dios. Si no la conocemos, vamos a estar en desventaja frente al diablo porque él sí la conoce. Dios también nos capacita para que ministremos el amor y la gracia de Dios a través de nuestras vidas. Si nos llenamos sólo de conocimiento y no tenemos amor por las almas perdidas, no alcanzaremos el objetivo. Por lo tanto, todo tiene que ir ordenado, balanceado, en el ministerio eficaz. Trazando, como todo obrero aprobado, la palara de verdad y no modificando las Escrituras.
  • 4.FE
  • La fe sin obra es muerta. Podemos tener fe, pero si no la ponemos en práctica, de nada nos sirve. Si cumplimos todos los pasos hasta aquí citados pero no tenemos fe, la unción no resultará. Son necesarios cada uno de estos ingredientes para alcanzar la unción. El Señor nos dice claramente “Y estas señales seguirán a los que creen”. Y menciona diferentes manifestaciones de poder, como por ejemplo sanar enfermos, echar fuera demonios, etc. ¿Usted cree que esas señales le seguirán? ¿Para quiénes son estas señales? Sin duda son para todos nosotros sin excepciones. Cuando usted se para detrás de un púlpito, pone en obra la Palabra por la fe a fin de confirmarla. Todo lo demás corre por cuenta de Dios.
  • 5.ACCIÓN
  • Para entender este paso deseo que tomemos el ejemplo de Nehemías. Él recibió Palabra de Dios diciendo que debía haver algo. Y no se quedó sentado, esperando que Dios lo hiciera, sino que se puso en acción y dijo “Ayúdame cuando le presente al rey mi petición. Haz que su corazón sea propicio a mí”. Muchos se pasan la vida solamente orando. Debemos orar claro, pero una vez que Dios nos da la seguridad, es momento de pararnos como Nehemías y decir “¡Vamos” Reedifiquemos los muros de Jersulaén y quitemos de nosotros este oprobio” Dios quiere hombres y mujeres de acción. Seamos sensatos y sabios. En la vida, si no entramos en acción, no movemos. Si no nos esforzamos, fracasamos.
  • 6.ORACIÓN Y AYUNO
  • Somos sacerdotes de Cristo. Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de tener el fuego encendido, mantener el fuego del altar en nuestra vid devocional a través de la oración constante. Así el fuego del Espíritu Santo no se apagará jamás. Es importante que sintamos amor por las almas perdidas, que doblemos nuestras rodillas para gemir, para clamar por el mundo que se pierde. Podemos mantener el fuego del altar encendido con oración y con ayuno. Buscando a Dios con todo nuestro corazón e intercediendo. Así nos preparamos para enfrentar los obstáculos pues, como el Señor nos dice, no tenemos lucha contra carne ni sangre, sino contra principados, contra potestades y contra huestes espirituales de maldad. La oración y el ayuno es algo que debemos cuidar celosamente. Además, como líder de un ministerio, es importante que organice un grupo que esté orando constantemente a su alrededor e intercediendo por su vida.
  • 7.AMOR
  • A todo lo enunciado hasta aquí debemos abrazarlo con amor. Si no hay amor por las almas perdidas y por las ovejas propias, el ministerio es ineficaz y no va a tener en nuestra vida ningún resultado. Dios me dijo al respecto “El amor por los perdidos produce avivamiento. Cuando se termina el amor, se termina el avivamiento. Aquel que tiene pasión por las almas vive en un permanente avivamiento”

https://oramos.com.ar/blog/crecimiento-del-ministerio/siete-pasos-para-la-uncion

UN EJEMPLO A IMITAR

 Por: Por Larry Stockstill

“Y lo hicimos así, no porque no tuviéramos derecho a tal ayuda, sino para darles buen ejemplo.”  2 Tesalonicenses 3:9

 Un pastor es un modelo. Tú puedes cambiar Argentina, si dejas que Dios te cambie a ti. Piensa en un empleado del correo. En una oficina de correo hay sellos de toda clase. La que está ubicada en Mar del Plata, seguramente tiene un sello que dice ‘Mar del Plata’. ¿Pero qué pasa si el sello estuviese mal escrito, si le faltase una letra? Cada sello debería dar la impresión correcta. Algunos dirían: “Espere, cambie el modelo y después siga usando el sello”. 

Los pastores son el modelo de Dios, el sello divino. Él los sostiene en Su mano y deja impresiones grabadas en la vida de la gente. Su carácter es su sello. En el pasaje de La Biblia, Pablo les está hablando a los tesalonicenses al respecto de trabajar duro y dar un modelo que la gente pueda imitar. 

Hace muchos años, comencé a jugar al golf. Alguien me dio los palos de golf pero nunca pude mejorar. Hasta que me dediqué a mirar videos y vi cómo otros golpeaban. Así mejoré, simplemente mirando un modelo. Tú eres un modelo y la gente te está observando, te está imitando.

 

Pablo no tenía ningún problema en decir: “Sean imitadores de mí”. Es una frase dura pero la dijo vez tras vez: “Imítenme a mí, tomen como modelo para sus vidas la mía”. En esa época, no tenían Biblias, no tenían televisión. Lo único que tenían era una persona, un líder, que era como Cristo. Y él decía: “Imítenme a mí de la misma manera que yo imito a Cristo.” 

Predicar es maravilloso, me encanta predicar, pero no se trata de lo que dices, sino de quién eres. Estos hombres que se paran frente a un púlpito son modelos con sus familias, sus finanzas, sus matrimonios, sus iglesias, sus hijos, su pureza, su conducta. Tienes que vivir una vida de modelo. 

Me gustaría que puedas llegar a pensar: “Soy un modelo para la Argentina”. No importa si solo tienes 50 miembros, la gente en tu comunidad está observando tu vida.

Años atrás escuché a un profesor de un Instituto Bíblico que era un gran predicador. Tenía el cabello largo y cuando predicaba movía sus cabellos, por lo que todos los alumnos lo miraban. Uno podía saber quién había sido estudiante de él, porque todos sacudían su cabeza para acomodarse el cabello. ¡Aunque alguno fuera pelado, igual hacía el mismo movimiento! 

 

La gente te está observando, eres un modelo. Tal vez no seas el mejor predicador, pero si mantienes la fidelidad a tu esposa, si crías a tus hijos para que sirvan a Dios, si pagas tus cuentas, si eres honesto con el dinero, si guardas tus promesas año tras año, los demás dirán:

“Ese es un hombre bueno”. No importa cuántas personas tengas en tu iglesia. 

He visto a grandes pastores de grandes iglesias caer moralmente. Si el pastor vive como

un modelo del Señor, aunque tenga cincuenta miembros, merece todo el respeto.

Vivamos como un modelo del Señor.

https://oramos.com.ar/blog/la-personal-del-pastor/un-ejemplo-a-imitar

SIN RESOLUCIONES NO HAY CAMBIOS

Por: Osvaldo Carnival.

Espero que hayan podido empezar el año de la mejor manera. Una buena manera de empezar es Soñando 

Oí una vez decir a alguien “Dime el tamaño de tus sueños y te diré el tamaño de tu Dios”. En mi interior dije es verdad, si mi Dios es grande los sueños deben ser grandes. En mi congregación tenemos un lema “Empieza pequeño, sueña en grande”.

Cuando hablamos de los sueños suele encenderse automáticamente en cada persona esa flama de la pasión que procura entusiasmarnos, pero muchas veces ese entusiasmo se apaga y no queda nada. Ejemplo de ello hay montones, y la mayoría aparecen a comienzo de año, como: “comienza el año y empiezo la dieta”, “el año que viene termino este estudio académico” o compromisos que se hicieron con Dios en momentos de encuentro con Él y luego todo quedo en ese simple momento. Es decepcionante ver que pasado el tiempo, todo quedo en la nada. ¿Cuál es la causa de que no se logre nada? Es la falta de determinación. 

La  determinación es la actitud que, a pesar de todo, hace que sigamos adelante con la resolución.

En Jueces 5:15 Caudillos también de Isacar fueron con Débora; Y como Barac, también Isacar Se precipitó a pie en el valle. Entre las familias de Rubén Hubo grandes resoluciones del corazón. 16¿Por qué te quedaste entre los rediles, Para oír los balidos de los rebaños? Entre las familias de Rubén Hubo grandes propósitos del corazón.

El texto bíblico va a indicar que la Tribu de Rubén no participo de las guerras. Algo hizo que la tribu de Rubén se volviera atrás, ya que había recibido con entusiasmo la noticia de ser parte. No se dan las razones por las cuales se negaron a ayudar a sus compañeros israelitas, pero quizás sean las mismas que los detuvieron al principio cuando debían expulsar a los cananeos. Rubén fue una de las tribus que hizo resoluciones, pero no las llevó a cabo. Tenía propósito pero no los cumplió. No es que no tenía, tenía, pero falló. 

Siempre que se sueñe con algo existe un proceso de dos pasos: primero decidir qué hacer y segundo determinar hacerlo. 

Sin embargo, muchas veces hay obstáculos que deben ser removidos para avanzar en los sueños. 

El primer obstáculo está vinculado a responder la pregunta: ¿Qué debemos resolver?  Hay cosas en la vida personal que debemos darle conclusión o enfrentarlas con el fin de ser victoriosos y que nos permitan avanzar. Porque muchas de esas cosas son las que impiden que avancemos espiritualmente y seamos determinantes con los sueños que queremos alcanzar. 

Es importante tener en cuenta que sin resoluciones, no hay cambios. 

Aún es necesario enfrentar esas cosas que no queremos reconocer o hablar, pero que sabemos que están allí, porque tapar los síntomas de los obstáculos a resolver no hará que el obstáculo desaparezca sino que solo será una medida momentánea que no llevará a nada. Esos síntomas son alertas de que algo hay que resolver y se necesita averiguar qué y hacerlo. 

El segundo obstáculo para el obrero es establecer las prioridades. No está de más decir que Dios es lo primero en la vida del pastor, pero luego le sigue la familia pastoral. Familias sanas son el testimonio de la iglesia. Pablo le dijo a Timoteo que busque ancianos para la obra y en sus características que tengan como prioridad a la familia 

(1 Timoteo 3:4-5). Como ministros de Dios debemos cuidar el matrimonio y los hijos,  Porque algo que la historia humana nos enseña es que el mundo se acuerda de su familia, cuando ya no la tiene y los llora cuando ya es tarde. Lo segundo en importancia  es el ministerio, es la acción proactiva de evangelizar, de hacer discípulos, de ayudar a que la iglesia crezca. Cada ministro de Dios tiene que centrarse en la obra de Dios, es por eso que como familia de la Unión de las Asambleas de Dios nuestro deseo es plantar más iglesias como nunca antes porque entendemos que esa es la visión que Dios nos dio y ese es el compromiso que tomamos cuando le dijimos que SI al Señor. 

Una vez decidido todo esto, se necesita bajar los sueños a una hoja de ruta para que sea una acción y no solo una expresión de deseo. En esa hoja de ruta se materializaran que hábitos debemos desarrollar para alcanzar los sueños que Dios nos ha dado, y será necesario apuntar metas y objetivos que ayuden en el plan.  

Como institución Unión de las Asambleas de Dios nuestro sueño es duplicar la cantidad de iglesias en todo el territorio argentino, es por eso que comenzamos con lema:

MÁS IGLESIAS

Es por eso que mi desafió es motivarte a que puedas subir la vara como ministro de Dios, que puedas tomar la resolución de alcanzar cosas nuevas en cada área de tu vida. Ir por nuevos desafíos es lo que nutre y alimenta el sueño, es lo que hace crecer a la iglesia. Porque no hay otra manera de crecer si no subimos la vara, hay una frase que dice “Lo alcanzado ya no es meta”. 

En la oficina del evangelista Oral Roberts había un cartel que decía “Aquí no se hacen planes chicos”, es tiempo de volver a hacer oraciones osadas, oraciones que sean proféticas, oraciones que produzcan milagros, oraciones alineadas al corazón de Dios para hacer grandes cosas. Es la temporada de animarse nuevamente a salir a evangelizar, de plantar por primera vez una iglesia o plantar el doble de iglesias que plantaste en el pasado, enviar un misionero; vos sabes que es lo que Dios te está desafiando. Es tiempo de determinarse a hacer la obra junto a la ayuda sobrenatural del Espíritu Santo.

RECORDÁ SIN RESOLUCIONES NO HAY CAMBIOS.

Osvaldo Carnival

Celo pastoral

Por: Claudio Freidzon

 “Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas, y mira con cuidado por tus rebaños” Proverbios 27:23

Una vez acompañé a mi hijo menor, Ezequiel a un partido de fútbol para verlo como jugaba con sus amigos. En la mitad del partido, me distraje por un momento. De inmediato, los gritos de Ezequiel me volvieron a la realidad: ¡Papá! ¡Quiero que me mires! Fueron sus palabras. Nuestros hijos se sienten seguros e importantes cuando los miramos a los ojos y les prestamos verdadera atención.

Así sucede también con nuestros amigos y con lo que podríamos llamar nuestros hermanos menores espirituales. A veces estamos tan activos en tantos proyectos que dejamos de relacionarnos correctamente con las personas. El saludo cordial, el diálogo, el interesarnos por sus problemas quedan tal vez relegados a un segundo plano en nuestra agitada carrera. Pero el Señor quiere despertar en ti el celo pastoral, el amor por aquellos que están a tu cuidado y te necesitan.

Jesús escogió a sus doce discípulos “para que estuviesen con él y para enviarlos a predicar” Marcos 3:14. Él compartió su vida con los discípulos. Les dio todo su tiempo. No los convocó solamente para trabajar, los llamó para estar con Él. Jesús los cuidó diligentemente. “Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición (…)” San Juan 17:12

¿Podremos nosotros decir lo mismo?

1- El cuidado a tu familia. Cuando hablamos de conocer el estado de tus ovejas, también podemos pensar en cómo estamos cuidando de la familia. Ya sea de tus padres, hermanos o esposos/as e hijos. No es necesario ser la cabeza del hogar para brindar nuestro amor y cuidado. Dios nos lleva a dar de lo que hemos recibido del Señor a quienes nos rodean. Es justamente en nuestra familia donde tenemos la posibilidad de aplicar primero todo lo que leemos en la Biblia. A veces no es el terreno más fácil, pero sí resulta buena tierra para ponernos a prueba y permanecer verdaderamente íntegros en santidad y amor. Ya sea que vivamos en el mismo hogar o que estemos a miles de kilómetros de distancia, es necesario preguntarse: ¿Estoy haciendo todo lo posible por conocer el estado de mi familia? ¿O estoy tan ocupado que hace mucho que no paso tiempo de calidad con ellos?

2-El cuidado de nuestros hermanosmenores Los hermanos menores, son aquellas personas a quienes Dios puso en nuestro camino para que les presentemos a Jesús y los cuidemos en su crecimiento espiritual. Pueden ser amigos, compañeros de trabajo, de estudio o vecinos. Personas que han abierto su corazón a escuchar acerca de las cosas de Dios y desean crecer en la fe. Luego de la resurrección y antes de ascender a los cielos, Jesús nos dejó la Gran Comisión que consiste en un gran mandato de predicar, es decir compartir nuestro testimonio y cuidar en la fe a quienes van escuchando la Palabra de Dios, en todas partes (Mateo 28). Esto no es solamente que donde vaya, la gente me imite y me siga, sino más que otra cosa, es ocuparnos de ellos. Cuidarlos personalmente y ayudarlos a crecer en todas las áreas de su vida. Tampoco se refiere a manejarles la vida, sino encaminarlos a conocer cada vez más a Jesús, su Palabra y cómo vivir una vida hermosa cada día junto al Espíritu Santo.

3-El ejemplo de Jesús “Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. 37 «La cosecha es abundante, pero son pocos los obreros —les dijo a sus discípulos—. 38Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo” Mateo 9:36-38 ¿Cómo veía Jesús a las multitudes? ¿Qué sentía por ellas? ¿Cómo podemos nosotros darle amparo a una persona? ¿Cómo podemos ayudar desde nuestro lugar al agobiado o desamparado? ¿Cómo lo hizo Jesús?

Jesús dijo que el problema de esas multitudes era que no tenían pastor. Y pidió a sus discípulos que, ante tanta necesidad, oren a Dios para que envíe obreros a su mies. ¿Qué clase de obreros? Sin duda, obreros que tuviesen un corazón pastoral. Por tanto, hay mucha recompensa en los cielos para quienes inviertan su tiempo en cuidar a quienes tienen a Jesús en su corazón. Si bien no siempre la tarea es fácil, vale la pena el esfuerzo. Otras personas seguramente han derramado lágrimas, han perseverado y han intercedido por tu vida para que hoy estés donde estás. Hoy es el tiempo de hacerlo por quienes Dios ha puesto en tu camino y a tu alrededor para que seas de bendición. Hoy es tiempo de animarte a mostrar el celo pastoral, el amor de Dios para acercar a otros a su Reino!! Anímate a poner en práctica todo lo que has aprendido del Señor. ¡Este es tu tiempo de ser canal de bendición!

https://oramos.com.ar/blog/crecimiento-del-ministerio/celo-pastoral

Jesús es fundamento

Jesús es fundamental

Por: Osvaldo Carnival 

En la actualidad los fundamentos son cuestionados. La sociedad cuestiona valores y principios con los cuales se había edificado, a tal punto que no puede distinguir lo que está bien de lo que está mal. Los padres no saben cómo controlar a sus hijos. Observamos hoy en la sociedad que los hijos toman las decisiones que ellos desean. Por consecuencia cuando el niño crezca no tendrá fundamentos firmes, ya que no se le fue enseñado.

Pablo nos habla en 1 Corintios 3:10-16 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo”. Esta enseñanza es la esencia de todo lo que hacemos. La vida del cristiano debe ser edificada alrededor de Jesús. 

El Apostol Pablo entendió la corrupción que había en la sociedad y su objetivo fue aclarar a la Iglesia de los corintios que únicamente existe un fundamento, que es Jesús. En nuestro rol ministerial, nosotros como pastores, profesores y líderes tenemos que enseñar la responsabilidad de construir nuestras vidas y ministerios siendo Cristo el fundamento.

Si Cristo es el pilar de todo, no habrá actividad que detenga el crecimiento del evangelismo, porque su promesa dice que Él edificará su Iglesia. Y su verdadero fundamento hará que Más Iglesias cumplan el llamado que Jesús nos encomendó, debemos trabajar siempre a la altura del fundamento porque nuestro rol debe ser de  edificadores. 

Hoy el cielo nos hace un llamado de atención y nos invita a rever nuestros fundamentos y direccionarnos a lo que Él quiere hacer. 

Te dejo tres preguntas que te desfilarán a crecer:

  • ¿El fundamento de tu vida espiritual está siendo Jesús?
  • ¿Estás edificando la Iglesia de Cristo siendo Jesús el fundamento?
  • ¿Estas mostrando fruto de que el centro de tu vida es Jesús? 

Te desafío a que pienses cómo podemos tener más Iglesias con fundamentos verdaderos y claros.