UNA FE INQUEBRANTABLE PARA EL CAMINO

Por José Satirio Dos Santos

Hebreos 11:1 dice de la fe: “Es, pues la fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Esta definición apostólica apunta a dos afirmaciones sobre la fe: el poder saber en dónde estamos y hacia dónde apuntamos cuando la usamos.

La primera declaración afirma que la fe es la certeza de las cosas que se esperan. Hace la fe tan real que la define como certeza, palabra que en su original significa fundamento, aquello que está debajo sirviendo como base. Si observamos cualquier edificio, veremos que está sostenido por un fundamento, que es el que le da seguridad. Del mismo modo, la certeza da seguridad a lo que crees, de manera que si crees y tu fundamento es la fe, tendrás aquello que crees. En el caso de la emisora, pasaron diez años, pero durante ese tiempo la fe siguió trabajando hasta desmontar todos los pronósticos adversos y hacer realidad aquello que habíamos declarado.

La segunda declaración de la fe es la convicción de las cosas que no se ven. Quiero que observes con atención que la fe está enlazada a lo invisible y la palabra apostólica apunta a hacer la diferencia entre lo visible y lo invisible. La mente apostólica a través del Espíritu de Dios pone en alerta al creyente para que vea la delgada línea entre lo visible y lo invisible.

Nuestros sentidos nos conectan siempre con el mundo visible; palpar las cosas, verlas, levantarlas, todo eso es parte de lo visible, de la vida cotidiana. Y no es que eso sea malo, pero la fe nos hace traer de lo invisible a lo visible. La diferencia ahora es que ya no partimos de lo que vemos en el mundo tangible sino que partimos de lo que vemos en el mundo invisible, tal como lo señala Hebreos 11:3 “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”.

Andar por fe es contrario a nuestra forma natural de pensar. Cuando una persona en Cristo determina andar por fe, rompe la forma natural de pensar y eso puede generar conflictos. En ocasiones, dentro de nuestra propia casa, con nuestros amigos, cuando tenemos que hablar de temas que tienen que ver con el mundo invisible en el funcionamiento de la fe, no faltará quien quiera imponer lo visible. Entonces tendremos que decidir a quién hacemos caso, si a la forma natural de ver las cosas o a la forma espiritual, que es por fe y no por vista (2 Corintios 5:7). Si andamos por vista no necesitamos de fe, y esto es cuestión de decisión. Si andamos por fe no necesitamos la vista, porque una excluye la otra. Aquí cabe la pregunta: ¿de qué lado estamos? Se trata de comparar lo uno con lo otro entendiendo que al activar la fe anulamos la vista, pero al activar la vista hacemos aparte la fe. He visto cómo muchas personas han tenido experiencias saludables por vista; lo malo es que la vista no da sustento, porque no tiene una plataforma; por eso encontramos gente que adquirió todo en la vida y en un momento lo perdió. Hay un punto crucial en cuanto a lo que se puede alcanzar por vista: no se traduce en ninguna satisfacción que contribuya a lo eterno y al Reino de Dios.

Nair y yo servíamos como pastores en la iglesia de Tupã, en Brasil, que tenía un ancianato con más de ochenta adultos mayores; en mis brazos murieron varios de ellos. Me llamaba la atención que cuando las personas estaban terminando sus días en la Tierra lo menos que les importaba eran sus bienes materiales, como las propiedades o el dinero. Encontré en ese grupo apenas unos pocos que habían enlazado su producción económica con su eternidad; fueron aquellos que cuando prosperaron en sus finanzas prosperaron también en fe, pensando en el Reino de Dios; entonces esas obras les acompañaban. Pero encontramos también a aquellos que minutos antes de morir expresaban con voz de lamento y dolor cuánto les hubiera gustado aprovechar mejor el tiempo invirtiendo más en la obra de Dios.

Cuando alguien quiere hacer algo para Dios solo para sentirse redimido de alguna culpabilidad llega tarde, muy tarde.

Ejemplos emblemáticos de fe

El orden bíblico es creer antes que ver, y como consecuencia de ello, recibimos un sinnúmero de bendiciones. En Hebreos 11:27 dice: “Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible”. Cuando la fe se activa, el temor se va, dado que la fe nos eleva a otro nivel y nos sostiene cuando nuestra mirada está en el Invisible.

La Biblia nos cuenta testimonios reales de hombres y mujeres que entraron en esa esfera de contemplar lo invisible y vale la pena citar algunos de ellos:

1) Abel. El texto nos indica que por la fe Abel ofreció sacrificio más excelente que Caín. Yo creo que lo que los dos trajeron al altar para dar a Dios tenía valor, pero lo que marcó la diferencia fue la actitud de quien trajo la ofrenda; Caín ofreció sacrificio por vista y Abel lo hizo por fe. Algunas personas esperan que haya una gran necesidad para dar, para ofrendar, para ser generosos. Mi concepto es que demos antes de que se necesite, porque el registro del beneficio es mucho más grande cuando nos sentimos obligados a hacerlo aun cuando no se haya expresado la necesidad; allí se muestra predisposición al Reino. Dar es un acto de generosidad en fe y nace de un corazón agradecido.

2) Enoc. El texto dice que por la fe Enoc fue traspuesto para no ver la muerte. Este es el primer caso de alguien que salió de la vida humana sin morir, de abandonar el cuerpo como símbolo de una resurrección, de ser transformado a un cuerpo incorruptible y trasladado en un instante a otra dimensión de vida. Enoc fue transpuesto para no ver la muerte y esto lo alcanzó solo por la fe.

3) Noé. Por la fe Noé preparó el arca en la cual su núcleo familiar sería salvado del gran diluvio. Noé tuvo predisposición a trabajar, construir, porque su propósito era salvar a los de su casa. En este punto vale la pena incorporar la fe para salvar a la familia, sin importar las luchas, dificultades o desavenencias que hayan ocurrido. Como miembro de tu familia, prepara el arca de la fe y aun cuando algunos de los integrantes de ella hayan sido lastimados por cualquier circunstancia, prepara el arca, porque al final tú eres el que va a recoger a tus hijos para protegerlos del mal.

4) Abraham. Por la fe Abram obedeció y salió al lugar que había de recibir como herencia. En este caminar misionero, he visto que aun para obedecer se requiere fe, pues no es fácil rendirnos en obediencia. Mateo 8:13 dice: “Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora”. También en Mateo 9:29 se afirma: “Entonces les tocó los ojos, diciendo: conforme a vuestra fe os sea hecho”; de nuevo Jesús hablaba de una sanidad que se produce mediante la fe. Un texto más, en Juan 11:39-40, registra la siguiente conversación: “Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que se había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días”. Así es la vista, y Marta responde por lo que ve; pero el texto sigue: “Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?”.

No sé en qué área de tu vida tienes un caso imposible, una piedra en la puerta de la tumba que no permite que se dé el milagro. La vista te dice que ya no es posible porque ya pasó mucho tiempo y desfalleces en tu fe, pero la palabra viene a darte vida otra vez. Y si crees, habrá resurrección; si crees, tus finanzas resucitarán; si crees, tus sueños que estaban congelados se descongelarán; si crees, las deudas que tienes serán pagadas; y solo si crees, tus necesidades y problemas serán resueltos.

Veremos la gloria de Dios por haber creído en su Palabra.

El conflicto entre la vieja naturaleza y la nueva se hará presente permanentemente, porque la primera exige “ver para creer” —como lo legitima el refrán popular—, pero la segunda, creer para ver. Si puedes creer, no habrá montaña que pueda permanecer de pie delante de ti y esta es la nueva forma de vida que Cristo nos propone. “La vieja naturaleza exige ver para creer, la nueva, creer para ver”.

Cuando tomé la decisión de comprar el lote donde está construida nuestra iglesia me dijeron todo lo negativo a la luz de mis posibilidades, ya que no tenía los recursos. La prueba mayor fue cuando me presenté ante el propietario Don Aziz Abrajim, pues en la lógica de los negocios, la transacción era imposible. A pesar de eso prevaleció la fe, pues Don Aziz, en su último momento de vida, aceptó el negocio y les dejó esta instrucción a sus hijos: “El brasilero necesita toda la cuadra, no la vendan a otro sino a él”. Inclusive se añadió el lote que está al frente donde ahora se levanta el Parque de La Biblia.

No fueron pocos los inconvenientes que vinieron luego. Inclusive al parque quisieron darle otro destino; la familia Abrajim temía que si se dejaba como lugar de esparcimiento se convertiría en basurero, como ya había ocurrido con otros parques de la ciudad. Me paré firme, porque tenía clara la visión y mis ojos ya la contemplaban. “Si me permiten, tendremos un espacio para que la gente se siente y se oxigene; que puedan venir a la tarde a conversar en ese lugar de paz. Haremos un parque en honor a La Biblia”, les dije. Finalmente los Abrajim decidieron dejar la zona abierta para el parque. Esa familia ha quedado alineada conmigo hasta hoy, con un grado de confianza tan alto que ya ni siquiera hemos necesitado papeles o documentos para firmar pues con la palabra ha sido suficiente. Es más, al comprar todo el terreno hubo un momento en que el dinero era insuficiente y ellos nos fraccionaron los pagos para que no nos detuviéramos en la construcción.

Cuando tu fe actúe, va a alinear gente, empresas, negocios que estarán a tu disposición para financiar tu proyecto.

Hay diferencia

¿Cómo se conjuga la fe con la esperanza? ¿Cómo funcionan juntas? ¿Qué diferencia hay entre una y otra? ¿Cómo sacar mejor provecho de la fe acompañada de la esperanza?

Muchos hijos de Dios se sienten frustrados con la oración porque después de haber pasado horas enteras clamando, no sienten que hayan obtenido respuesta adecuada. Saben orar, cómo venir reverentemente ante el Señor, tienen argumentos lógicos al hablar con Dios, pero no perciben que fluya la respuesta que necesitan para un momento determinado, y eso los lleva a la frustración. Su falla consiste en orar con esperanza y no con fe.

Debemos saber la diferencia entre fe y esperanza para no utilizar inadecuadamente la una o la otra. Hay palabras que están tan próximas que parecieran iguales, pero no lo son. Sé que muchos dan un gran valor a la oración con esperanza; sin embargo, son diferentes, tanto en su uso como en los resultados. Los resultados prometidos por Dios al usar la fe no son los mismos para la esperanza. La fe se activa en el espíritu, mientras que la esperanza lo hace en la mente.

El origen de la fe no es cerebral o senso-cognitivo, así como tampoco senso-emocional. La fe bíblica tiene su origen en el espíritu del hombre, que es el que le da la vida. Nuestra composición es espíritu, alma y cuerpo, y siempre desarrollamos más nuestro lado almático sin considerar los beneficios de la conexión espiritual. Nuestro espíritu tiene la facultad, dada por Dios, de desarrollar un potencial inmenso usando la fe. Romanos 10:17 dice: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios”. Cuando nos exponemos a La Palabra de Dios verbalizada o leída, no llega a nuestro intelecto como tal. Aun cuando ahí recibimos conocimiento y procesamos la información que recibimos por los sentidos, ella es capturada por el cerebro y llega al espíritu activando la fe, que es una facultad del espíritu, de tal manera que quien la use lo hará con resultados extraordinarios.

Ahora, cuando el Espíritu de Dios cubre la vida de una persona no inicia por el intelecto, por la razón o por el ser pensante. El Espíritu de Dios comienza su obra en el espíritu del hombre y esa unión hace que dé fruto; dentro de ese racimo está la fe: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe…” (Gálatas 5:22; más adelante profundizaremos este tema). Habacuc dice que el justo por su fe vivirá (Habacuc 2:4), aseverando que es propiedad del que la posee. Asimismo, cuando Jesús habló de la fe preguntó: “¿Dónde está vuestra fe?” (Lucas 8:25), con lo que pedía cuentas de lo que le fue efectivamente ofrecido y entregado al ser humano.

En Romanos 10:10, la fe aparece en el verbo creer e indica resultados (fruto), pues ninguno que la use lo hará sin esperar algo de ella. Allí se habla de una fe que trae como consecuencia la justicia. Debemos poner atención a esto, pues si se activa la justicia, vendrá a favor o en contra nuestra, y las consecuencias serán notorias: para vida o para muerte; para libertar o para aprisionar; para dar o para quitar; todo dependerá de la razón por la cual la fe fue activada. Hay que saber hacia dónde apuntamos nuestra fe en justicia, pues ella se dará a conocer. La expresión “creer para” implica movimiento o transición, de manera que una vez que esa fe sea activada en el espíritu, se pondrá en movimiento, pasará por transición y obrará transformaciones hasta llegar a su resultado.

La fe no es estática; siempre se expresa en movimiento, mudanza y actividad. Hace cuarenta años Nair, los niños y yo estábamos en Manaos, en transición por causa de la fe. Necesitábamos llegar a la frontera entre Brasil y Colombia el 30 de marzo, y la única opción que teníamos era navegar dieciocho días por un río caudaloso, lo cual nos fue negado por lo peligroso del viaje para los pequeños y aun para nosotros; de modo que tuvimos que quedarnos en Manaos esperando la respuesta de esa fe que ya caminaba a nuestro favor por haber creído al llamado. No era fácil la situación, nos sentíamos atrapados en aquel lugar sin saber qué hacer, pero al día siguiente, el resultado de la fe nos permitió pasar de un viaje tortuoso de días por agua en un barco de carga, a uno aéreo de solo unas pocas horas. El 31 de marzo tocábamos suelo colombiano y una cadena de milagros nos seguía acompañando ¡Esa fecha dice mucho para mí!

Cuando actives la fe, estarás en movimiento, en actividad y nunca esperarás a que sucedan los hechos fortuitamente, pues caminarás con la fe que fue activada en tu espíritu. Si realmente crees, serás transformado por aquello en lo que creíste y ese será el indicador de tu nivel de fe. Soy misionero en Colombia porque creí, y esa fe, siendo hasta entonces solo un pastor desconocido en algún rincón de mi país, me convirtió en el misionero que hoy sirve a Dios en Colombia y que, por su gracia, es reconocido en diversos lugares del mundo. ¡Me transformé, soy el producto de lo que creí!

Todo lo que sucede en el trascurso de nuestra vida es el resultado de lo que se dio en nuestro espíritu. La fe activada en el espíritu determina cómo vivimos, cómo nos movemos en el diario vivir y aun se refleja en cómo hablamos y en cómo prestamos nuestros oídos a determinadas cosas. A veces la gente quiere hablarme o me escribe sobre asuntos irrelevantes; yo, cortésmente, les digo: “Perdóneme, pero tengo otras cosas de mayor importancia por atender”. No podemos detenernos y quedar atrapados en lo que no nos edifica. La forma en que vivimos y vemos las cosas es cuestión de decisión personal; somos nosotros quienes decidimos si colocamos nuestra vida bajo la fe o fuera de ella. A mí me ha sido de gran bendición el hecho de permanecer en la fe.

La fe no puede ser un simple concepto intelectual visto o analizado por alguien, ya que no puede ser concebida en el intelecto. La fe es una fuerza activa y real que trabaja desde el espíritu, guiando el alma y el cuerpo. Cuando ella gobierna, aun nuestro cuerpo es bendecido; en fe, podemos hablarle declarando sanidad desde la cabeza hasta la planta de nuestros pies. El cerebro tiene gobierno sobre el cuerpo.

Un día comencé a sentir fuertes dolores en mis pies y busqué una clínica especializada en esa área. Me hicieron caminar descalzo por un pasillo y luego por otro, mientras escaneaban la fuerza que ejercía de acuerdo al peso de mi cuerpo y la manera como pisaba. Me preguntaron luego: “¿Alguna vez sufrió una fractura en el pie izquierdo o el derecho?”. Les referí que un día caminando en el templo tropecé y sufrí un esguince. El diagnóstico fue que, como mecanismo de protección, mi cerebro estaba ordenando una postura incorrecta al pisar para evitar que me sintiera lastimado, y con el transcurso del tiempo eso había originado contracciones musculares de los nervios y de los tendones. Pregunté cómo podría corregir el problema y me ofrecieron una plantilla correctora de postura; sin embargo, el especialista me dijo: “Si usted da las órdenes correctas a sus pies, podrá corregir sus pasos sin la necesidad de la plantilla”. Lo que él me estaba diciendo era que yo debía trabajar primero con mi mente, ordenando a mis pies cambiar de postura. Lo hice, y en quince días los dolores habían desaparecido, solo que perdí el dinero de la plantilla, pues nunca la utilicé.

Usa correctamente los recursos que Dios te ha dado. Deja que la fe, que es activada en tu espíritu, afecte tu alma, tus emociones y tu cerebro, y cuando des órdenes a tu cuerpo, hazlo con base en la fe, pues ella es la certeza de lo que se espera, la base que sustenta, el fundamento que soporta el peso de la estructura. Esta certeza establece la base para la esperanza, la cual se activa en la mente; sin embargo, cuando esa esperanza es activada en la mente pero sin fe, hay peligro de decepción. Primera de Tesalonicenses 5:8 dice: “Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo”. La fe es coraza pero la esperanza es como un casco que protege la cabeza. Cuando la fe se activa también se activa la esperanza; la fe te cubre como armadura, además te cubre la cabeza como esperanza para proteger la mente.

Hacer la diferencia entre la fe y la esperanza no es disminuir el valor de la esperanza. Solo debemos conocer cómo funciona la una y la otra. La esperanza en el sentido bíblico es la expectativa para alcanzar el bien; protege nuestra mente de pensamientos negativos y de los pronósticos que amenazan el futuro. Si tenemos esperanza, no necesitamos consultar el horóscopo ni a brujos o agoreros, porque la misma esperanza nos marca un futuro seguro. Si a través de ella podemos ver nuestro futuro, no habrá nada que nos haga andar inseguros, tristes o afanados por lo que vendrá, pues si la esperanza nos muestra el porvenir, entonces lo que no combine con este será transitorio y temporal, pero la esperanza es permanente y trae estabilidad.

Los hijos de Dios necesitamos estar muy atentos para que la esperanza no pierda su fundamento en la fe, con la cual debe ir unida, pues sin ella, la esperanza no obra. Si la esperanza se activa en la mente sin fe, es falsa y peligrosa, porque no tendrá la plataforma para sostenerse en tiempos difíciles. Recordemos que la fe es la base, el fundamento para la esperanza, que a su vez no tiene valor espiritual cuando se da sin estar unida a la fe. Fe más esperanza es igual a futuro asegurado.

En Isaías 26:17-18 leemos: “Como la mujer encinta cuando se acerca el alumbramiento gime y da gritos en sus dolores, así hemos sido delante de ti, oh Jehová”. Habla de una nación que creyó estar ante Dios y recibe palabra que encarna esperanza, pero sigue diciendo: “Concebimos, tuvimos dolores de parto, dimos a luz viento; ninguna liberación hicimos en la tierra, ni cayeron los moradores del mundo”. ¿Sabes por qué se dan situaciones como esas? Porque podemos presentarnos delante del mundo simplemente como religiosos, como meros cumplidores de la ley, ajustados a un patrón establecido por una sociedad sin que La Palabra haya generado una transformación en nosotros. Eso es lo que indica el texto: un embarazo frustrado, una ilusión. La esperanza que produce ilusión es perversa; frustra y maltrata. “La esperanza que se demora es tormento de corazón; pero árbol de vida es el deseo cumplido” (Proverbios 13:12).

La fe siempre actúa en el presente, mientras que la esperanza se enfoca al futuro. La fe es certeza, algo que ya existe en el mundo sobrenatural donde tú y yo podemos penetrar. El cielo se abre cuando alguien se proyecta en fe. Hay puertas con códigos muy secretos y solo las traspasan los que tienen fe; se abren cuando identifican al hombre o a la mujer de fe marcados por una Palabra que les dio esperanza. Cuando nos sumergimos en tal ambiente, podemos tomar posesión de todo lo que queramos.

La fe es instantánea, pero sus resultados son progresivos. He estado en lo progresivo por casi cuarenta años, y todavía me falta; sin embargo, no abandono la fe, pues ella me lleva a abrir puertas y me da seguridad de un futuro de conquistas. Marcos 11:22-24 dice: “Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho”. La fe está en mi espíritu y la palabra está en mi boca. Aun el texto es enfático al decir: “Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”. Eso es algo progresivo que viene a medida que transcurren los acontecimientos. Si, orando, direccionamos la respuesta para el futuro sustituiremos la fe por la esperanza.

Voy con frecuencia al aeropuerto por los viajes que realizo y llevo un equipaje determinado conmigo. Los maleteros y limpiadores de zapatos ya me conocen y, como si tuvieran un radar, siempre me ubican para ofrecerme sus servicios aun a pesar de mis negativas. Son tan insistentes que al fin me vencen y acabo cediendo por la manera como me atienden. Un día llegué afanado al aeropuerto y el limpiador de zapatos vino a ofrecerme su ayuda, la cual rehusé, pero le dije: “Hoy no, mañana”; él asintió y se retiró. Inmediatamente, el Espíritu me dijo: “¿Viste lo que sucedió? Ese hombre cambió el presente por el futuro”. Él se limitó frente a mi negación, porque si hubiera insistido quizá yo hubiera cedido como las otras veces, pero él cambió el presente por el futuro.

Cuando la fe está en contacto con Dios actuará en el presente y asegurará el futuro. “Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor” (1 Corintios 13:13). Pongamos en armonía nuestra fe con la esperanza para sacar el mejor provecho de ellas.

Por José Satirio Dos Santos
Tomado del libro: Visión, determinación, posesión
Editorial Peniel

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EXPLORADORES DEL REY – UN MINISTERIO ÚNICO PARA LA FORMACIÓN DE HOMBRES

Por Leonardo Ramundo

¿Cuáles son las necesidades básicas de un muchacho en estos tiempos? ¿Qué están buscando los muchachos de hoy? Son algunas de las preguntas que resuenan muy fuerte en aquellos que hemos sido llamados para alcanzar a esta generación de muchachos con el mensaje de Jesús. Es una inquietud constante que nos hace buscar las mejores formas y estrategias para poder ser efectivos en la tarea que nos ha sido encomendada.

Por eso, si estás leyendo estas líneas, puedo afirmar … ¡Bienvenido a los Exploradores del Rey! ¡Bienvenido a un ministerio de la iglesia que está preparando a la nueva generación de hombres de Dios!

¡Bienvenido! ¿Por qué? Porque si revisas con atención todo lo que intentamos transmitir en este ministerio, descubrirás la importancia de los mentores para los futuros hombres. Exploradores del Rey es un ministerio basado en la Biblia, centrado en Cristo, e iluminado por el Espíritu Santo. Si tenés un llamado para trabajar con muchachos, Exploradores del Rey te motivará para que utilices tus dones e intereses para influir en la vida de los muchachos de hoy, los hombres del mañana. Como resultado, habrá mejores familias, iglesias, lugares de trabajo, y comunidades; se decidirá el destino eterno de muchos. Al formar el carácter de los muchachos a la imagen de nuestro Señor Jesús, ¡todo cambiará! Por eso, Exploradores del Rey es una agradable y gratificante oportunidad de servicio, que además es importante para la iglesia. Exploradores del Rey es un ministerio consejero de los futuros hombres, que fomenta la formación del carácter cristiano y el desarrollo del liderazgo de servicio de los muchachos y jóvenes en un ambiento social y divertido.

Exploradores del Rey es una herramienta que pueden usar los hombres y muchachos, y que los une para evangelizar al mundo, equipar a la próxima generación de hombres de Dios, y empoderarlos para que sean líderes siervos de por vida.

El evangelismo requiere conocer a los muchachos de la comunidad y descubrir cómo Exploradores del Rey puede ser atractivo para ellos. Las actividades al aire libre, deportes, destrezas de trabajo, arte y tecnología; son oportunidades para establecer una relación con los jóvenes y desarrollar una amistad. Después de todo, los hombres y los niños se hacen amigos haciendo cosas juntos. Usamos actividades, eventos y proyectos para establecer una relación con la comunidad. Los premios de destrezas que pueden recibir los muchachos, proveen la estructura y los recursos. La diversión fomenta la amistad. Logros y diversión nos lleva a la evangelización.

Equipar a la próxima generación de hombres de Dios requiere que ellos tengan interés en los Exploradores del Rey durante un cierto período de tiempo, cuanto más largo mejor. El discipulado es un proceso, no un hecho aislado. Ofrecer reuniones semanales con actividades significativas y divertidas, le sitúa en un lugar ideal para presentar la instrucción bíblica intencionada, que se imparte en los premios de ascenso bíblico.

Empoderar a los muchachos y jóvenes para ser líderes siervos con un compromiso de por vida requiere que los hagan participar en el liderazgo. Los alumnos de primaria y de secundaria, tienen capacidades de liderazgo que deben ser desarrolladas. Las actividades y el contenido de los diferentes premios que reciben los muchachos proveen el contenido, y las reuniones semanales ofrecen el lugar para desarrollar el liderazgo de servicio. Es importante entender que Exploradores del Rey no es un ministerio para estudiantes, es un ministerio que compromete a los estudiantes a ministrar a sus compañeros. Niños y jóvenes con instrucción bíblica y guiados por el Espíritu Santo glorificarán a Cristo. La gente se siente atraída a Cristo cuando esto sucede.

¿Estás pensando en los muchachos? ¿Estás interesado en ellos? ¡Bienvenido a los Exploradores del Rey! EL MEJOR MINISTERIO PARA PREPARAR A LOS HOMBRES DEL MAÑANA.

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EL TESTIMONIO DE LA PATERNIDAD

Por Gustavo Rossi

Hace diez años junto con mi esposa Susana, fuimos desafiados por Dios a abrir la primera iglesia hija de Catedral de la Fe en el partido de la Matanza, más exactamente en San Justo. Fueron días de mucho entusiasmo, mucho trabajo pero a la vez también muy difíciles. Había que tomar decisiones de dejar la casa paterna y partir hacia la aventura de lo desconocido hasta ese momento.

Experimentamos tantas luchas como bendiciones a la vez, pero la decisión estaba tomada y no había vuelta atrás.  Desde ese día Dios nos permitió establecernos y comenzar a crecer, al poco tiempo de haber llegado el local quedó pequeño y debimos salir a buscar uno nuevo.

Dios abrió las puertas y nos entregó un lugar tres veces más grande con dependencias y comodidades que no teníamos en el primero. Hoy estamos trabajando con las dos sedes y alcanzando a miles de personas con el amor de Jesús.

El Señor nos envió a abrir una iglesia y sin darnos cuenta ahora estábamos en dos lugares a la vez. El primer lugar era un mono ambiente, sin dependencias, hacíamos todo en el mismo lugar, escuela dominical, escuelas de discipulado, células, etc. El lugar era pequeño pero el corazón y la visión extremadamente grande.

Después de un congreso de jóvenes tuvimos el honor de llevar a almorzar a Abraham Pérez, él me hizo la siguiente pregunta: “dame tres claves para tener éxito a la hora de plantar una nueva congregación”, esto me hizo pensar en ese momento algunas cosas que hasta allí no había reflexionado y que podía ser de bendición también a otros. Pensé un instante y luego le respondí tres puntos para mí determinantes.

1)Tener una palabra de Dios es indispensable

Cuán importante fue para nuestras vidas tener la confirmación de Dios de tomar esa decisión de ser un pionero.  Uno estaba muy cómodo en la casa paterna donde servíamos a Dios con alegría, pero este era un paso muy serio e importante.

Cuando se tiene un llamado al pastorado este se tiene que evidenciar en la iglesia local primero, debe haber fruto, amor por las almas, cuidado de las personas. Siempre pienso que la iglesia local es un como un “vivero” donde los obreros tienen la oportunidad de dar fruto y de crecer. Pero si en el vivero donde todo está acorde para crecer y dar fruto, donde otro pagó el precio y simplemente nos posiciona sobre sus lomos para crecer y no lo podemos hacer, algo no está funcionando bien.

Dentro de este Vivero (la iglesia local) tuvimos la oportunidad de abrir nuestra primera célula y hacerla crecer. De dar oportunidades a otros y crecer. El fruto, por otra parte, evidenciaba el llamado pastoral. Pero ahora llegaba el momento de hacer lo mismo fuera de él. Dejar la comodidad y emprender un nuevo tiempo.

 

Cuán importante fue tener una Palabra de Dios, fue así que primero me hablo a mí y luego a mi esposa por separado de aceptar el desafío de abrir una nueva iglesia. No fue una palabra sino más bien fueron dos. Por separado Dios nos había hablado.

Cuán importante es el acuerdo con la esposa o el esposo, que ambos estén completamente de acuerdo con este paso de Fe. Evitará reproches o desencuentros en medio del río, que en algunos casos ha llevado a algunas parejas de pioneros a hundirse y algunos ahogaron su matrimonio y aún su familia.

Está PALABRA en los momentos difíciles te sostiene y te desafía a ver, cuando nada todavía es, más por la Fe tenes la confianza de que será. En medio de las luchas y los problemas, en medio de las necesidades económicas recordábamos: “fiel es aquel que nos llamó”

Está palabra te sostiene. Está palabra confirma este llamado particular que tiene el pionero. Es un fuego interior, es una santa insatisfacción que te lleva a dar un paso más, a arriesgarlo todo. Sino tenes realmente una Palabra de Dios no te muevas, no lo intentes, no hagas nada. No significa que no tengas el llamado, sino quizás que no sea el tiempo.

Espera en Dios y confía en Él.

2) Nunca te quedes huérfano

La paternidad fue y es tan importante para mí. Es el principio elemental de la autoridad espiritual ¿Cómo voy a hacer frente a poderes espirituales de maldad sin una cobertura espiritual?

Tu pastor es un hombre de Dios y responde al mismo Dios que te llamo a ti. Los padres debemos asumir que nuestros hijos algún día se irán de casa. Quisiera tener a mis hijas toda la vida a mi lado, que nunca crezcan, que nunca se casen y mucho menos que se vallan de mi casa. Pero lamentablemente ese día por mucho que me pese, llegará. Y un día partirán y formarán su propio hogar. Necesitarán mi ayuda, mis consejos, mi experiencia y mi asesoramiento. Hasta quizás tenga que invertir mis ahorros en ellos. Porque los padres atesoran para los hijos dice la Palabra de Dios. Pero aunque se casen, se muden, se vayan lejos nunca dejaré de ser su padre. Son hijos amados y su crecimiento alegra mi corazón profundamente.

Hoy veo gran inmadurez y menosprecio hacia la paternidad y luego esto termina en una gran orfandad en todo el país. Hijos huérfanos, hijos abandonados, hijos que se hicieron solos, que no tuvieron el apoyo necesario.

Espera el tiempo de Dios y honra a tu pastor.

3) Busca el lugar correcto

He visto personas que tienen un llamado a ser pionero, a ser pastor, pero quizás no saben elegir el lugar correcto. Cada uno tenemos un llamado a un lugar determinado y a personas con características determinadas.

Nuestro llamado es a salvar almas y luego a cuidar de ellas. El que tiene un llamado pastoral se enamora de la gente en cualquier lugar, pero Dios preparó un lugar especial para cada pionero en particular.  Busca diligentemente el sitio donde Dios te irá a usar, recórrelo, písalo, huélelo. Tenes que sentir que ese es tu lugar en el mundo. Dios por su parte, te pondrá un amor tan grande por la gente de allí.  Habrá indicios, habrá fruto, habrá señales que debes estar allí.

Recuerdo el primer fruto de San Justo ni siquiera habíamos abierto el local, que alguien vino y me dijo: “me enteré que va a abrir una iglesia, quisiera estar contigo.” Era tan claro y evidente, era el primer fruto de Acaya, mi Epeneto como lo declara Pablo en el libro de Romanos.

Se ético y no te establezcas cerca de otra congregación, busca una distancia prudencial. Y como Pablo declara no edifiques sobre fundamento ajeno sino esfuérzate a predicar donde Cristo aún no fue anunciado. Hay tantas ciudades y pueblos donde aún no hay una iglesia de la Unión que está esperando cuan varón macedonio diciendo: “pasa por aquí y anunciamos el evangelio”.

Juan 4:35 “¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega.”

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RESUMEN DEL RETIRO DE LA RED DE MOVILIZACIÓN NACIONAL (RMN) 2018

Por Silvia Ferrando – Promotora Nacional

“…El Señor derrama sus bendiciones, y nuestra tierra dará una abundante cosecha.” Salmos 85:12

Los días 23, 24 y 25 de marzo tuvo lugar Retiro de la Red de Movilización Nacional (RMN) en la provincia de Córdoba en donde se congregaron los integrantes de la red para tener en un momento de búsqueda y comunión. Estamos agradecidos, primeramente a Dios, por todo lo que ha hecho. Y por cada uno de los expositores, quienes dieron talleres inolvidables. También a cada uno de los que año tras año siguen apoyando y trabajando en pos de la extensión del Reino a través de la RMN.

Y estamos sorprendidos porque este año hemos visto la fidelidad de Dios una vez más, ¡FUIMOS 183 ASISTENTES!  Número que superó nuestras expectativas y la de muchos, el ver como el llamado y pasión de todos se fueron renovando a lo largo del retiro. Llena nuestros corazones, recordándonos que el trabajo, el esfuerzo y la oración valen la pena.

Por eso les quiero compartir algunos de los testimonios y palabras de aliento que recibimos, como lo han hecho en mi vida, para que nos motiven a todos y seguir sembrando:

 

“A pesar de todos los inconvenientes que tuvimos para llegar, podemos decir que la bendición de Dios y de los hermanos estuvo con nosotras. Abrazos para todos”

“Me fue de mucha bendición el retiro… la Intercesión a la mañana temprano, la presentación de misioneros con sus distintas experiencias y exposición de talleres hasta los cultos. Gracias DNM”

“Super bendecida en la ministración del Espíritu Santo me quedo una frase clavada en el corazón: ¡debemos trabajar con la pasión sellada con la sangre de Cristo!”

“Fue de mucha bendición este retiro, renovar fuerzas en Cristo y entender que el esfuerzo de cada uno de nosotros es importante. A diferencia de otros retiros, el espacio que se les dio a los misioneros desde su experiencia y trabajo en el campo fue lo que más he valorado. Interactuar con ellos y escucharlos fue más que interesante.”

“Quiero expresarme con mucha sinceridad, al hacer este informe. Verdaderamente llegué al retiro con mucha inquietud y a su vez con expectativas; pero muy distinta, la sensación a otros años anteriores. Ha sido un tiempo muy especial, un bálsamo a nuestras vidas. He podido escuchar la voz de Dios. Por lo demás estoy, enormemente agradecida y feliz del tiempo compartido. Agradezco Silvia haberte tomado un tiempo personal para compartir con nosotros, permitirnos expresar y escucharnos.”

 

 

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5 cosas que tus hijos necesitan escuchar de ti

Por Marco Barrientos.

1) Te Amo Incondicionalmente

Nuestros hijos deben saber que no hay nada que pudieran hacer que nos causara amarlos más, y no hay nada que pudieran hacer que nos causara amarlos menos.

La manera más eficaz de ensenarle el amor de Dios a nuestros hijos es demostrándolo.

2) No Eres Perfecto

Vivimos en un mundo donde cada persona tiene su propia plataforma. Entre las redes sociales y la comunicación constante es fácil que nuestros hijos sean alagados o despreciados por multitudes. Debemos ser una dosis constante de realidad. La perfección humana no existe. El hecho de que tengan miles de seguidores en su cuenta de Twitter no significa que son mejor que los demás. De igual manera, el no ser popular no significa que valen menos.

3) Eres Único

Recuérdales que aunque no son perfectos, si son únicos. La presión y el deseo de ser aceptado es algo que todos sentimos. La habilidad de aceptarse a sí mismo, e ir contra la corriente cuando es necesario, es aprendida.

4) Tu Vida Tiene Propósito

Nuestros hijos necesitan ser reafirmados a cualquier edad. Cuando son pequeños comienzan a evaluar lo que quieren lograr en su vida, y cuando llegan a ser adultos los retos de la vida seguramente llegaran. Que entre la abundancia de menajes que recibe tu hijo, el tuyo sea el más fuerte.

5) Espero Lo Mejor De Ti

Espera lo mejor de tus hijos en cada etapa de la vida, y en toda circunstancia. Sin compararlos con los demás, y sin devaluar sus habilidades. Cuando triunfan, y cuando fracasan, que tu animo los impulse hacia adelante.

Referencia: http://www.oramos.com.ar/noticias/info/5-cosas-que-tus-hijos-necesitan-escuchar-de-ti

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Con el diario del lunes

Por Gustavo Calardo

“Con el diario del lunes es fácil hablar”, esbozaba un periodista a su colega, evaluando el desarrollo de un partido de futbol. Cuando días previos al encuentro las opiniones y percepciones de estos comentaristas deportivos eran muy contrariadas, ahora, con el resultado “puesto”, la realidad era otra.

¿Cómo enfrentar el “partido” al cual nos convoca el trabajo pastoral?  Somos conscientes que la labor no está ajena de los resultados a conseguir. ¿Quién no ha estado contrariado, dirimiendo internamente como enfrentar el desafío? La previa al “partido” que nos plantea la cultura dominante parece tener defensas difíciles de atravesar. El espíritu de la época simula un resurgimiento de la espiritualidad. No negando lo saludable que puede ser la enseñanza del evangelio, más criticándolo al pretender tener la única verdad.  Hay un nuevo tiempo que nos toca vivir.

Dios tiene el diario del lunes, aquello que aún no hemos vivido, Dios ya lo ve, Él ya lo sabe y no sólo puede adelantarse a los resultados, sino que lo recreó para que Juan lo vea, abriéndole una puerta en el cielo  einvitándolo: “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de éstas”  (Apoc. 4:1) y luego de ser atrapado, en su atención por el Trono y el Cordero sentado en Gloria, el apóstol tuvo un anticipo extraordinario…

“Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar,
de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos;yclamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero” Apoc.7:9-10

Está claro, la gran noticia del “Diario del lunes” no sólo titula en su portada que el Cordero está sentado en el Trono, también nos vislumbra huellas a transitar, convicciones del quehacer pastoral que nos llevarán al gran desenlace de la extensión del Reino de los Cielos.

La certeza que hay mucha mies por cosechar. Una gran multitud que responderá y coronará la Obra redentora de Jesús y el accionar poderoso del Espíritu Santo.

La seguridad que el evangelio penetra a las más diversas extracciones y hace permeable toda cultura existente. Una multitud conformada por diferentes nacionalidades, de todo grupo social y de toda lengua.

La innegociable entronización de Cristo en la vida de sus seguidores. Una multitud que se dispone ante el Trono y en la presencia del Cordero. La contundente y prioritaria necesidad de aceptar vivir una vida en Cristo, creciendo en la dependencia de su Señorío, dándole la primacía, guardando las cosas que ha enseñado.

Una vestimenta acorde, que luzca la santidad del Cordero. Una multitud vestida de ropas blancas, como corolario de los ministros que no han rehusado enseñar todo el consejo de Dios. Sin rehuir de anunciar el arrepentimiento y nueva vida en la fe del Hijo de Dios.

La superlativa proclama del evangelio: La salvación. Es la voz y el clamor de lo que Juan escucha con un volumen que lo asombra. La Salvación es el resultado más valioso, que resume todo el bien encontrado en Jesús. La Salvación pertenece a Nuestro Dios y al Cordero.

Ya lo reveló el Señor: Dios reunirá, en la eternidad, una multitud de redimidos y nuestro trabajo consecuente, en el lugar y conforme a la Gracia dada por el Altísimo. Adelante!!!

Con ánimo de servirte.

Referencia: http://www.cordialmentepxg.com/2013/08/05/con-el-diario-del-lunes/

 

Colaboración en la obra misionera

Alice Wood, en la Argentina, recibió y dio colaboración a varios otros misioneros evangélicos alrededor de la Argentina y Uruguay. Durante este período, Wood mantuvo relaciones estrechas e intercambiaba visitas frecuentes con la Iglesia de los Hermanos en Río Cuarto, Córdoba. Los misioneros, el pastor doctor Charles Yodery el señor L. Webb y sus familias llegaron a Río Cuarto desde Indiana en 1909 para establecer una misión de la Church of the Brethren [Iglesia de los hermanos] en la Argentina. Yoder estuvo en Gualeguaychú en 1916 para realizar una campaña evangelística, organizada por Wood.

Juan Barrios, quien acompañó a Wood a Río Cuarto en 1916, colaboró con ella tanto en Gualeguaychú como en su primer año en 25 de Mayo. Barrios era un misionero español del Ejército de Salvación cuando llegó a Gualeguaychú por primera vez.

Otro predicador destacado quien visitó a Wood a menudo en Gualeguaychú fue Francesco Guiseppe Penzotti, metodista que vivía en la Ciudad de Buenos Aires. Llegaron también el señor Antonio Puch de la Iglesia Metodista en Montevideo, y un capitán del Ejército de Salvación, Luis Salvador. Wood también mantuvo contacto constante con misioneros de la Alianza Cristiana y Misionera en el país.

Alice Wood y los otros misioneros tuvieron que aprender a discernir los prejuicios que su preparación como misioneros les había legado, sobre todo la idea de que Dios obraría a través de ellos mismos por ser los misioneros y los pregoneros de las verdades últimas de Dios. Debían aprender a confiar en el protagonismo de sus colegas argentinos y aceptar que su apropiación religiosa era válida.

Los cuatro misioneros que influyeron en la vida de los gualeguaychuenses de la Misión Evangélica tuvieron ministerios que duraron varias décadas en los lugares a los cuales se dirigieron después de salir de Gualeguaychú. Además hay evidencia histórica de la perduración de las iglesias que establecieron después de que ellos mismos se fueron. Para todos ellos, su estadía en Gualeguaychú fue un experimento sobre la concepción del ministerio pentecostal. Lograron implementar lo que habían aprendido de ese experimento en otros lugares

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