Llamados A Ser Generosos

Por Daniel Ayelef

 

Como pastores tenemos un gran desafío llamado “extender el Reino de Dios” El cual siempre se encuentra acompañado de dos preguntas: ¿Cómo lo vamos hacer? ¿Y con quienes lo vamos a hacer?

Siempre con estas preguntas en mente comenzamos a realizar actividades en las zonas que queremos evangelizar. Es así que a medida que avanzamos vemos como Dios va haciendo la obra, respondiendo con estrategias sobrenaturales y los recursos necesarios.

Y a medida que vamos transitando este llamado, comienza en nosotros un proceso de transformación y nos volvemos personas generosas con la obra de Dios. Porque ver los milagros cada día en nuestra labor, nos configura para ser canales de bendición.

Permítame decirle que la generosidad es una actitud importante en la vida de los pastores. ¿Por qué este planteo? Es que hace 13 años comenzamos la iglesia, que pastoreo junto a mí esposa, en la ciudad de Villa Regina – Rio Negro. Iniciamos la congregación porque sentíamos una fuerte carga por la PLANTACION de iglesias y la Extensión del Reino. Claramente fue nuestro inicio y tuvimos esas grandes preguntas que propuse al comienzo de la nota. Es así que nos embarcamos en esta gran aventura, comenzamos a orar junto a mi esposa y recibimos una palabra de Dios: que Él utilizaría la iglesia como base de entrenamiento para que muchos puedan lograr el llamado que Dios tiene para ellos. Para nosotros fue claro ” id y haced DISCIPULOS ” (Mateo 28: 18-20).

Como todo comienzo, empezamos a ganar almas para iniciar la iglesia en la ciudad de Villa Regina. Luego, a esas personas les enseñamos a que sean obreros y que participen de la obra de Dios en la ciudad. Muchos de ellos fueron parte de nuestro equipo de lideres locales. Con el correr de los primeros años, pudimos ver como esos obreros comenzaron a ser inquietados por Espíritu Santo y al ser llamados por el Señor para la obra, para abrir su propia iglesia. Claro que esto para mi esposa y yo no fue fácil, eran los obreros que les enseñamos todo, que les dedicamos mucho tiempo para que nos ayuden en la obra, era para nosotros un desafío muy importarte poder “soltarlos”. Fue un proceso muy difícil para nosotros, sentíamos que parte de nuestra vida se estaba yendo y ellos esperaban saber cuál era nuestra respuesta.

Mas de una vez predicamos que debíamos ser obediente al llamado, a lo que Dios nos dijera, y es en ese tipo de palabras que nos encontramos en una encrucijada. Y es en esa encrucijada que aprendimos a PRACTICAR LA GENEROSIDAD, pusimos nuestra fe una vez mas a prueba, dimos el paso y los enviamos.

Lo interesante es que, al enviar a esos obreros a abrir su propia iglesia, hubo un crecimiento en nosotros, que ya no solamente era el pastor con la oveja dentro de la congregación, sino, que se convirtió en una relación de pastor a pastor en donde nos volvimos mentores y acompañantes de esas personas que ahora estaba transitando sus primeros pasos como lo hicimos nosotros 13 años atrás.

Practicar la generosidad, nos llevó a comenzar un nuevo tiempo.

Es por eso que cuando en la Palabra dice: “A todas las Naciones” (Mateo 28: 18-20) nos está hablando de que no podemos estar en todos lados y que debemos practicar la generosidad de enviar a otros a que sigan reproduciendo la tarea. Es así que llegamos a más lugares, a más personas y seguimos cumpliendo con el llamado “extender el Reino de Dios”.

En los últimos 9 años, hemos estado viviendo día a día esta desafiante, pero linda, situación. ¿Cuál situación? La que inauguraron los primeros que salieron para abrir obra, es decir, preparar obreros que algún día saldrán de las puertas de nuestra iglesia respondiendo al llamado de iniciar una obra y que no podrán resistir a ese hermoso llamado.

Yo denomino este fenómeno “practicar la generosidad”, en donde sembramos obreros para que las ciudades conozcan a Jesús.

Se que no es fácil desprenderse de los buenos obreros que Dios nos permitió formar, pero el hacerlo produce que nosotros vivamos nuevas experiencias y nos ayuda a que la iglesia se oxigene y siga creciendo porque aparecen nuevas personas, nuevos obreros.

Desde que comenzamos este camino hace 13 años atrás, hemos practicado la generosidad y 10 familias han plantado su iglesia en la Argentina.  Y es a través de estas experiencias, que siento que estoy enfocado y en constante renovación, crecimiento y multiplicación. Mientras estoy escribiendo esto, ¡¡¡un matrimonio de líderes que están a mi lado en la obra, me habla por qué están tomando el desafío de salir a cumplir su llamado… Gloria a Dios!!!  Es hermoso ser parte de su obra, y estoy agradecido por la invitación de Dios para formar parte de la preparación de nuevos obreros y así practicar la generosidad a través de enviar obreros a la mies… no encuentro una mejor manera de multiplicarnos.