Una reflexión…

Autor: Ministerio de Plantación de Iglesias.

Es para nosotros un agrado poder compartirles uno de nuestros devocionales del Ministerio de Plantación de Iglesias. Esperamos que sea de bendición. Para más información pueden escribir vía whastapp al +54 9 11 2335-39

#02 Ciclo de Conferencias «SEMILLERO»

Con Saara y Juan Carlos Melo

Autor: Ministerio de Plantación de Iglesias.

Es para nosotros un agrado poder compartirles el segundo encuentro del Ciclo de Conferencias “Semillero” del Ministerio de Plantación de Iglesias, el cual desarrollamos cada segundo viernes de cada mes. Esperamos que sea de bendición. Para más información pueden escribir vía whastapp al +54 9 11 2335-3920

 

DE LÍDERES A MULTIPLICADORES

Por Juan Carlos Melo

El desarrollo y crecimiento del ministerio de un pastor, o de un líder, debería dar como resultado el que se convierta en un multiplicador de nuevos obreros. Esto en la práctica debe ser intencional para evitar lo que ahora las nuevas generaciones viven al sentir que los líderes actuales no quieren empoderarles dentro de la estructura de la iglesia y de la denominación.

“Muchos pueden llegar a mirar a su liderazgo como un corcho que no permite su crecimiento y esto produce una tensión generacional entre los líderes de hoy y los del futuro.”

La mejor manera de no generar esta ruptura o conflicto intergeneracional, que puede incluso dividir y producir profundos daños en las relaciones y en las estructuras de la iglesia, es desarrollando líderes y pastores que multipliquen iglesias con un liderazgo intencional y que comprende que parte vital de su función es dejar que otros hagan los mismo y hasta mejor que ellos, como preparación para cuando ellos ya no estén.

“Es fundamental alentar la transformación del pastor de una iglesia local a convertirse en pastor de pastores, cambiando no solo su función sino su influencia a través del mentoreo.”

Una cosa es pastorear una congregación de 100 a 200 personas y otra cosa es mentorear, empoderar y multiplicarse en otros, y no para tener una congregación de 200 ó 300 miembros, sino con el fin de ser una iglesia descentralizada y que empodera más líderes bajo el mentoreo de un pastor experimentado y así multiplicar congregaciones bajo modelos de iglesias satélites o hijas, de esta manera la multiplicación da como fruto la transformación.

 

Recuperado de https://coachingdeplantacion.wordpress.com/2017/05/11/de-lideres-a-multiplicadores-dr-juan-carlos-melo/

EL NACIMIENTO DE UNA IGLESIA

Por Carlos Sokoluk

La llegada de un bebé deseado siempre es motivo de alegría. Es innegable que con el arribo del nuevo miembro de la familia se produce una renovación y cambios que afectan a todos los miembros.

Un bebé tiene la capacidad de nuclear no solo a los familiares sino aun a los amigos y conocidos. Hasta opinan sobre la elección del nombre. Todos se involucran aportando de lo que tienen o lo que saben. La abuela teje los escarpines, el abuelo hace gala de sus habilidades en la carpintería fabricando una cuna. Cada uno hará una parte: el que sube las fotos a las redes sociales, el papá que pinta la habitación con el color apropiado, el hermanito apenas un poco mayor se encarga de darle el chupete casi como si fuera un tapón para que no salga más llanto, el adolescente (quizá aprovechando que sus amigos no lo ven) sacia su curiosidad y necesidad de brindar afecto levantando en brazos a ese pequeño familiar. Las tías y amigas de la mamá hacen lo suyo obsequiando ropitas “paquetísimas” para que el bebé luzca irresistible. Hasta el perro participa sentado en silencio al lado del “cochecito” cumpliendo con su deber de montar guardia. Y por sobre todo la mamá se encarga de alimentar, proteger y ocuparse por entero de las necesidades del exigente recién llegado.

Todos querrán tener algo que ver cuando haga falta y aportarán algún consejo y ayuda oportuna cuando surja alguna situación que demande preocupación.

La rutina de los integrantes de la familia, los horarios y hasta sus hábitos se verán modificados. De un modo semejante toda la familia de la U.A.D. hoy aguarda con muchas expectativas lo que está por suceder en su medio. Hay noticias de muchos embarazos que en algunos meses se convertirán en bebés, o sea “las iglesias nacientes”. Todos vamos a participar de la alegría, a la vez que nos amplía la visión y redirecciona nuestro ministerio. Nuevas perspectivas atraerán la atención pastoral, asumiremos nuevos desafíos, tendremos grandes expectativas.

Si la iglesia madre es saludable, todo esto ocurrirá no sólo una vez sino cada nueva iglesia que se planta. ¡Será como una inyección de vida! Los miembros de la congregación tendrán oportunidad de ministrar con sus dones. Habrá lugar para la creatividad de los jóvenes, para el aporte de la experiencia adulta, para ser parte de la intercesión y de los milagros que van a ocurrir. El emprendimiento es grande, pero sin lugar a dudas muchos están esperando que esta puerta se abra para apoyar.

Nuestra iglesia de Argentina ya está inmersa en las actividades evangelísticas en sus diversas modalidades, en organizar los departamentos, en las ofrendas para la compra de terrenos, en la construcción de los templos. Todo esto hará que pastores, obreros, hombres, mujeres, jóvenes y aún adolescentes, luego de haber dado lo mejor de sí mismos, disfruten del resultado de su trabajo al ver las almas a los pies de Cristo, vidas cambiadas, familias restauradas cumpliendo así la voluntad de Dios. Cada uno habrá sido parte de la transformación del nuevo “bebé” en una bien desarrollada y saludable iglesia.